Excmo. señor Gobernador del Estado de Pamplona.
Excmo. señor:
Siendo ya extrema la necesidad que tiene el ejército de fondos para sostenerlo, y entrando el mes próximo de mayo sin tener la cantidad de veinte y cinco mil pesos que es lo menos que se gasta mensualmente, me veo en la dolorosa obligación de molestar la atención de V.E. para hacerle presente esta urgencia, con el objeto de que se sirva arbitrar los medios más eficaces para obtener las sumas de que habernos menester y sin las cuales, no sólo se disuelve el ejército, sino que queda vendido de nuevo este país a nuestros mortales enemigos.
Yo he procurado economizar el producto del botín en todo lo que ha estado de mi parte, y no he tocado absolutamente ni un maravedí de los bienes confiscados que se hallan depositados en manos de los Alcaldes de las jurisdicciones de estos Valles. Tampoco he recibido multa alguna, porque los mismos jueces están encargados de su recepción; y así el ejército ha subvenido a sus gastos con los once mil pesos que V.E. envió y los cuarenta mil que con poca diferencia han producido las ventas del botín, en todo el tiempo de dos meses que hemos pasado aquí.
Suplico a V.E. encarecidamente se sirva tomar entre otras providencias la de enviar una persona activa, diligente y amante del bien público, que venga a hacer las recaudaciones de los intereses del Estado, con amplias facultades para obrar del modo más conveniente al servicio de la República. Pero como yo conceptúo que aunque se agoten todos los recursos del Estado de Pamplona apenas podremos extraer de él, exprimiéndolo, los medios de este mes de mayo próximo, y por consecuencia nos quedaremos en el de junio reducidos a una total indigencia, sin poder subsistir aquí, ni menos marchar adelante. De lo dicho se deduce que vamos a aniquilar nuestro propio país; a imposibilitarnos para obrar; a quedarnos sin ejército, y a poner en mayor descontento estos pueblos, que habremos arruinado para mantenernos en una perniciosa inacción, en tanto que si adoptamos un partido opuesto, obrando en Venezuela hostilmente, se obtienen todos los bienes, y le evitan todos los males de que llevo hecho mención. Creo de mi deber presentar a V.E. estas razones, para que se sirva encarecerlas cerca del Poder Ejecutivo Federal, y determinar lo que tenga a bien en vista de ellas.
Dos meses pasados arruinando nuestros fondos, destruyéndonos con intrigas y partidos y dando tiempo al enemigo para que se refuerce, ha sido el resultado de la demora que hemos padecido, y quiera Dios que ésta no se prolongue, produciendo calamidades tan grandes que quizás nos conduzcan a la esclavitud, igualando nuestra suerte con la de Venezuela. Los vicios de la división, lentitud y timidez que condujeron a aquella República al sepulcro, han sido castigados con una severidad que debe servirnos de ejemplo para no caer en ellos.
Espero con impaciencia la respuesta de V.E. para poder contar con la existencia del ejército, si es como yo la deseo y conviene.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Cuartel General de Cúcuta, abril treinta de mil ochocientos trece. Tercero. Excmo. señor.
SIMÓN BOLÍVAR.
Es copia. — Pamplona, 29 de junio de 1813. — 3° — Valencia, Secretario de Estado.
* Archivo del Libertador,correspondencia oficial, folio 138. Copia de la época, escrita por un amanuense no identificado, autenticada el 29 de junio del mismo año, por Valencia, Secretario de Estado del Gobierno de Pamplona. Sobre el destinatario véase la nota principal del doc. N° 120.
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