Señores:
Gobernadores de los Estados de Barinas, Trujillo y Mérida.
En las instrucciones que el Supremo Gobierno de la Unión de la Nueva Granada me ha comunicado, se me previene que las rentas de los Estados que fueren libertando las armas de mi mando no deberán invertirse por ahora, mientras las cosas no tomen otro aspecto, sino en los precisos e indispensables objetos de la guerra, economizando todo otro gasto que no se dirija a este fin, disminuyendo el número de los empleados civiles, que quedarán reducidos solamente a aquellos que sean de absoluta necesidad, y esto sin sueldo por ahora; en la inteligencia de que ningún funcionario público podrá ser pagado hasta que no se concluya la campaña presente.
Lo comunico a VS. para que le dé el cumplimiento que es debido; advirtiendo que los caudales que vayan ingresando las cajas se me enviarán inmediatamente para ocurrir a los gastos del ejército que en el día son muy crecidos por haberse aumentado considerablemente.
Dios etc.
Cuartel General de Guanare, julio 19 de 1813. 3° y 1°
SIMÓN BOLÍVAR.
*De un impreso moderno. O’Leary, Memorias, correspondencia oficial, pp. 308-309, da el texto de este documento que dice haber tomado del "Libro de Ordenes". La Comisión no ha podido examinar el original. El oficio, en forma idéntica, fue dirigido al Gobernador de Barinas (lo era el Coronel Manuel Antonio Pulido) al de Trujillo (lo era Fernando Guillen, o lo había sido muy recientemente) y al de Mérida (lo era Cristóbal Mendoza).