Señor:
Comandante General de la Provincia de Harinas.
El Coronel Santinelli [1] me ha informado que VS. ha retenido ahí el cuerpo de Cazadores que ya él tenía disciplinados, y que también ha dejado en esa ciudad treinta o cuarenta fusiles que no quiso VS. que viniesen.
Me es bien sensible que la Provincia de Barinas, apenas se ve libre, no sólo se sustraiga de contribuir con los auxilios que debe, sino que prive al ejército de los que él se ha facilitado.
No era esta la conducta que yo esperaba de Barinas, ni es este el modo con que debe obrar. Cuando todos a porfía debíamos trabajar en engrosar el ejército, y aumentar el número de sus armas, para ver si conseguimos libertar el resto de la Confederación de Venezuela, es bien extraño que haya un solo venezolano que trate de obstruir los medios únicos que tenemos de lograrlo; si los pueblos que se han rescatado no mandan sus hombres y las armas que se toman al enemigo, para ir a salvar a los otros, yo no sé cómo podamos llevar al cabo la destrucción de los españoles.
También he extrañado bastante que mientras en Guanare se han hecho más de mil vestidos, en Barinas apenas se han concluido un número muy corto, que es el que ha venido.
Yo espero que Barinas variará de conducta, y que tomará otro empeño e interés en la libertad de sus hermanos que no tienen menos derecho a ser libres que ella; así quedo esperando por instantes los fusiles y los hombres que han sido retenidos, juntamente con los más que se hayan colectado, y creo que se activará la conclusión y remisión de todos los vestidos que sea posible hacer, como del dinero que es preciso exigir de todos los pueblos, para haber de mantener el ejército que no sé con qué se pagará este mes.
Igualmente hará VS. fabricar con la mayor diligencia y actividad muchas lanzas, que se me dirigirán a la mayor brevedad.
Inmediatamente que haya desaparecido Yáñez de esta Provincia, dará VS. orden a todos los destacamentos de infantería y caballería que hay en ella, para que marchen montados a la mayor brevedad a reunirse al ejército, dondequiera que esté.
Dios guarde, etc.
Cuartel General de Guanare, julio 19 de 1813. 3° y 1°
SIMÓN BOLÍVAR.
* De un impreso moderno. O’Leary, Memorias, correspondencia oficial, pp. 309-310, da el texto de este documento que dice haber tomado del "Libro de Ordenes". La Comisión no ha podido examinar el original. El destinatario era el procer barinés Coronel Pedro Briceño Fumar, quien había ejercido ya esas funciones durante la Primera República.
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