Al Comandante General de la Vanguardia del Ejército del Norte.
Convencido el Excmo. señor Presidente del Estado [1] de la necesidad urgente que tienen los Estados de la Nueva Granada en general, y la Provincia de Pamplona en particular, de los refuerzos que V.S. me ha hecho el honor de pedirme para libertar ese bello país de la invasión de las tropas españolas al mando del Coman- dante Correa [2] ha venido en concedernos a V.S. este pequeño auxilio, y a mí la gloria incomparable de ir a servir al lado de mis compatriotas de Pamplona y su digno Jefe, combatiendo contra los opresores de Cúcuta y Venezuela.
Habiendo ido yo hasta la valerosa ciudad de Mompox recorriendo la línea con el verdadero objeto de adelantarme hacia a [sic] la respuesta que esperaba de mi Gobierno, para traerme con ella, si era favorable, el total de las fuerzas de mi mando y cuantas municiones de guerra existían en los almacenes de Mompox; lo he ejecutado así, con la celeridad que acostumbro, animado del ardiente deseo de marchar a incorporarme con V.S. Mañana parte de aquí la vanguardia, con dirección a Salazar [3] para de allí marchar a Pamplona, o adonde mejor nos convenga. Y la retaguardia, que se compone de los diferentes destacamentos que tenía en las riberas del Magdalena, conceptúo que podrá seguir dentro de seis días hacia la misma ciudad.
Yo ignoro lo que debo hacer, porque no habiendo tenido V.S. la bondad de enviarme el oficial que debía darme las instrucciones que necesito, ni habiendo hecho V.S. por los oficios O’c], en términos bastante detallados, estoy obrando a tientas, y mejor diría, a ciegas. Para suplir en parte la carencia de estos conocimientos y remediar las faltas que, bien a mi pesar, pueda cometer, suplico a V.S. de nuevo se sirva mandarme un oficial o persona de su confianza con la mayor aceleración posible, por el camino que conduce aquí; y que otro sujeto del mismo carácter venga de Pamplona a encontrar mis tropas, que se dirigen a aquella ciudad, a efecto de que el primero instruya y dirija al Jefe de la Vanguardia, y el segundo al de la retaguardia.
Al mismo tiempo espero se sirva V.S. disponer que por la insinuada ruta vengan al encuentro del ejército, víveres, caballerías, ruanas y alpargatas, que estén prontas para el caso y lograr de este modo la ventaja de abreviar la marcha y aliviar a los soldados de las penalidades que son anexas a la guerra.
Como no sé de qué calibre son las piezas de artillería que V.S. tiene, pues tampoco me lo dice, pienso llevar solamente municiones de a cuatro y de a tres, que supongo serán las mayores que debamos llevar por esos intransitables caminos. Sírvase V.S. responderme por un correo que vuele, si hay en ese Cuartel General artillería de a cuatro.
Como desgraciadamente no tenemos fusiles de sobra, he pedido al Excmo. Presidente me envíe quinientos, que se repartirán entre las tropas de V.S. y los voluntarios que siguen al ejército de Cartagena.
Una expedición de caraqueños y franceses, que ha llegado ya a Mompox, será la reserva de nuestro ejército, la cual abunda en oficiales aguerridos y de mérito consumado; a esta expedición se podrán agregar los soldados de Vmd., para los cuales traen armas.
Supongo que las tropas del mando de V.S. se pondrán inmediatamente en marcha para Pamplona, luego que reciba este oficio. Saldré de aquí con la retaguardia, y llegaré a Salazar con la vanguardia; y celebraría altamente que V.S. se dignase venir a aquella ciudad, a combinar conmigo nuestras operaciones, el día 20 021 del corriente, que sin duda alguna habremos llegado al indicado lugar.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Cuartel General de Ocaña independiente, 7 de febrero de 1813. Año 3°.
SIMÓN BOLÍVAR.
[Nota al pie:]
Bucaramanga, 11 de febrero de 1813.
Es copia. Castillo.
* De una copia de época coetánea. Archivo del Libertador, correspondencia oficial, folios 77-78. La copia es de letra del propio Manuel del Castillo, que autentica el documento en Bucaramanga el 11 de febrero de 1813. Acerca del destinatario, véase la nota principal del doc. N° 118.
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