Al ciudadano Comandante general de la vanguardia del ejército del Norte, Manuel del Castillo:
Recibí anoche en el lugar de La Cruz los oficios de 18 y 19 del corriente, que V.S. me hace el honor de dirigirme, en que me informa los sucesos de las armas de la Unión contra Cundinamarca, y los movimientos de las tropas españolas hacia Chopo y probablemente hacia Pamplona.
Pasa de toda exageración el dolor que me ha causado el relato que V.S. me hace de nuestra guerra civil, de las ventajas de Correa [1] y de las fuerzas que V.S. tiene para oponerle; y aunque nada es más conforme con mis principios y deseos que lo que V.S. me propone, de marchar inmediatamente a reunir nuestras fuerzas para atacar al enemigo, mi deber no me lo permite por el momento, sin permiso expreso del Excelentísimo señor Presidente del Estado [2] a quien acabo de dirigir el pliego de V. S., suplicándole se digne ordenarme marchar a incorporarme con la vanguardia del Norte al mando de V.S., quedando entretanto ocupado en aprontar todo lo concerniente a esta expedición. Para ordenar la reunión de ambos ejércitos, me parece muy conveniente que V.S. se sirva mandarme un oficial instruido del estado y de las posiciones de las tropas de V.S. y las enemigas, porque me es indispensable conocer una infinidad de detalles, que no se pueden ni deben confiar al papel. Este mismo oficial, de retorno, informará a V. S. de todo lo que desee saber [3] sobre la expedición del Alto Magdalena.
En el intermedio V.S. puede tomar las medidas que juzgue más convenientes para acopiar caudales, víveres, caballerías, mantas y demás objetos indispensables a la guerra.
Es de absoluta necesidad que V.S. se tome la molestia de dirigirme frecuentemente avisos relativos a las operaciones del enemigo y a los movimientos del ejército de la Unión.
Dirijo a V.S. el adjunto oficio [4] para que haciéndolo público llegue a noticia del enemigo y quizá detenga sus marchas, temeroso de ser atacado por la espalda por las tropas victoriosas de Cartagena. Este oficio es un simple estratagema, pues yo no garantizo nada de lo que él contiene, porque como he indicado a V.S. no tengo facultad para disponer ni dar un paso sin permiso previo de mi Gobierno.
En cuanto al mando en Jefe del ejército combinado que V.S. tiene la generosidad de ofrecer al que esté a la cabeza del de Cartagena, digo que por mi parte no ambiciono otra gloria que la que V.S. me dice respecto a sí, de servir a mi Patria, y que en el caso de que se verifique la deseada reunión de tropas, tocará siempre el mando al oficial más antiguo, como es de ordenanza.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Cuartel General [de] Ocaña Independiente, 23 de enero de 1813. — Año 3.
SIMÓN BOLÍVAR.
[Autenticación:]
"Pie de Cuesta, enero 27 de 1813. "Es copia._Castillo."
[Al margen:]
"Reservado N° 3."
* De una copia coetánea. Archivo del Libertador, correspondencia oficial, f° 75. La copia es de mano del propio destinatario, quien la autentica con su firma y rúbrica. El entonces Coronel Manuel del Castillo y Rada (Cartagena, 1780P-1816) era Comandante General de la Vanguardia del Ejército del Norte, situada en Pie de Cuesta y formada por fuerzas de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. En los meses siguientes, reunidas esas tropas con las de la Expedición del Alto Magdalena, dependientes del Estado de Cartagena, las cuales mandaba en Jefe el Brigadier Bolívar, y con los refuerzos recibidos del Estado de Cundinamarca, se produjo un desacuerdo entre Bolívar y Castillo acerca de la conducción de la campaña: el primero era partidario de pasar a la ofensiva para liberar el territorio venezolano; el segundo preconizaba la defensiva. Posteriormente, en 1815, cuando el ya General Manuel del Castillo ejercía el mando en la plaza de Cartagena, nuevas y profundas discrepancias lo enfrentaron de nuevo al Libertador. Cuando las fuerzas realistas se apoderaron de Cartagena, Castillo fue fusilado por orden del General Morillo, el 24 de febrero de 1816.