Señores de la Comisión del Supremo Congreso de la Nueva Granada. Tengo el honor de incluir a VSS. la adjunta declaración dada por uno de los ciudadanos que han venido de Carora [1] los dos boletines que han salido de las operaciones del ejército, y la proclama que he creído conveniente hacer a los pueblos de Venezuela [2] la que he introducido al medio de ellos por espías que he mandado a examinar la situación del enemigo. Son infinitos los emigrados que se me presentan todos los días de las ciudades de Carora, Guanare [3] y Tocuyo [4] que salieron de ellas aun antes de saberse allí la derrota del enemigo en Carache [5] la cual debe producir un efecto terrible entre nuestros contrarios que no tienen ya otras fuerzas que las de Barinas [6] y éstas se hallan actualmente divididas en Guasdualito [7]una partida de 400 hombres que debe haber llegado ya a Las Piedras [8] a atacarnos, y las que han quedado en Barinas. La División que viene por Las Piedras debe ser rechazada por la retaguardia al mando del Coronel Ribas [9] y siempre que no pueda lograr destruirla, se retirará hacia Mérida, para tomarles la espalda nosotros y no dejarlos escapar. Con este objeto he mandado ya tropas a Boconó [10] que dista tres días de Las Piedras, y marchará el resto de vanguardia hoy para aquel mismo lugar, a fin de poder obrar con más oportunidad. Si el enemigo no viene, como nos lo aseguran por todas partes, pienso reunir todo el ejército por Guanare para cortar de este modo la comunicación entre Caracas y Barinas, proteger la deserción en esta última, y la insurrección en aquella Provincia, sin dejar de aprovechar la ventaja que nos presente el enemigo de atacarlo con suceso y acabar de una vez la guerra, que en Barinas debe concluirse, porque nuestra marcha hacia la capital será después un paseo militar. Todos los que llegan concuerdan en la destrucción de Montever [11] y uno me asegura haber visto el parte en que aquél comunica a Tízcar [12] Gobernador de Caracas, la derrota que ha padecido, y le pide refuerzos, diciendo ser muchos los enemigos. Si nuestras operaciones no hubieran sido tan rápidas, nos veríamos ahora con un cuerpo de más de mil hombres, que se habrían reunido en donde hubiesen tenido por conveniente, y nos habrían quizás imposibilitado la libertad de Venezuela. Este ejemplo debe servirnos para no despreciar la fortuna que se nos presenta en Barinas, no sea que nuestros enemigos se refuercen y logren al fin destruirnos. En consecuencia, yo me determino a hacer continuar nuestros progresos, antes que la suerte se canse de protegerme; y espero que mi conducta obtenga la aprobación de VSS. que después de la libertad de mi país, es lo que más deseo. Dios guarde a V.S.S. muchos años.
Cuartel General de Trujillo, junio 23 de 1813. 3°
SIMÓN BOLÍVAR.
Villa del Rosario de Cúcuta, 6 de julio de 1813. 3°. — Villavicencio, Vocal Secretario.
* Archivo del Libertador, correspondencia oficial, folio 188. De copia de época coetánea, autenticada en la Villa del Rosario de Cúcuta el 6 de julio de 1813, por Antonio de Villavicencio, Vocal Secretario. (Firma y rúbrica autógrafas.) En el mismo folio figura copia del oficio de Bolívar dirigido al Presidente del Poder Ejecutivo de la Unión, fechada en Trujillo el 19 de junio de 1813, y ambos bajo el rubro de "Extracto de los artículos más interesantes de los últimos oficios del ciudadano General Simón Bolívar, su fecha en Trujillo 19 y 23 de junio 1813. 3°". El Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, reunido en Tunja, había designado de su seno una comisión especial para atender a la campaña de Venezuela y entenderse con Bolívar. (Véase doc. N° 199). Uno de los miembros de esa Comisión, radicada en Cúcuta —y que poco después se trasladó a Pamplona— era el procer ecuatoriano Antonio de Villavicencio y Verástegui (Quito, 1775-Bogotá, 1816). Véase la nota principal del doc. N° 214.
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