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DOCUMENTO 3909 CARTA PARTICULAR DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL DE DIVISIÓN FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, FECHADO EN CUARTEL GENERAL DE SOATÁ EL 14 DE NOVIEMBRE DE 1819. LE PARTICIPA HABER RECIBIDO DESDE GUAYANA, UNA AMPLIA CORRESPONDENCIA Y HA DISPUESTO ENVIARLE COPIA DE UNA PARTE DE ÉSTA. LE TRATA SOBRE OTROS ASPECTOS ENTRE ELLOS MATERIAL DE GUERRA.*

Cuartel General de Soatá, a 14 de noviembre de 1819. 9º

Al señor General de División Francisco de Paula Santander.

Querido General:

Ayer he recibido en Capitanejo una inmensa correspondencia de Guayana que me ha traído el Teniente Coronel Gómez, de la cual envío a usted una parte en copia.

Esta correspondencia importantísima me ha determinado a marchar para Venezuela por la Salina para impedir que los principios de guerra civil se propaguen y para aprovechar de las circunstancias, de los elementos militares y de los ejércitos de Venezuela.

Las fuerzas de Latorre no merecen la pena de que yo me quede a batirlas; pero los 1.500 ingleses de D’Evereux y las intrigas de Mariño y de Arismendi son muy dignas de mi atención. Los momentos son preciosos y es preciso aprovecharlos. Si algo se me olvidare, acuse usted al tiempo y a mi cabeza que la tengo tamaña con el diluvio de cosas que he sabido, las cuales tengo que combinar en un momento y determinar en otro de todas las que quedan por acá.

El General Anzoátegui debe quedar con toda su división en el norte de la Nueva Granada; pero es indispensable que vayan a Venezuela tres o cuatro mil reclutas para reemplazar la falta de esta división. No se espante Ud., pues el cambio no es muy ventajoso. No llevarán los reclutas sino 200 fusiles para su custodia. Anzoátegui debe mandar por San Camilo los reclutas que tiene. Alcántara llevará por Chita los 500 del Socorro. Dos mil debe sacar Lara de Tunja, exclusive los reclutas del batallón de Granaderos.

El Teniente Coronel Gómez va a esa capital a traer los cien mil pesos que Ud. me ha ofrecido de Antioquia, no sea que se pierdan en el camino, o en Guayana por yerro de cuentas. Ahora necesitamos más que nunca de dinero por allá para calmar los ánimos, contentar los ingleses y comprar armas. No dejaré de suplir con la bayoneta al dinero. Esto lo digo para que usted no se alarme. Por allí se ha corrido que yo llevo millones. Imagínese usted qué chasco para tanto extranjero y nacional que estarán devorándome en la idea. Con que mande usted, mande usted, mande usted mucho dinero, que yo le juro que vendrán fusiles y todo lo que se necesita. Yo traeré cuanto haya que traer, porque estoy resuelto a despedirme de Venezuela en este verano para ir a morir en Chile, Buenos Aires o en Lima; pero al partir de allí, no hay que contar más con nada, porque de dondequiera que me voy entra volando la discordia, el desorden y bien pronto será la muerte! Qué diabólica gente la que tenemos por allá.

Las instrucciones de Anzoátegui las remito a usted. Le recomiendo a usted mucho que tenga la mayor consideración que sea posible con el general y con la tropa de esta división, porque estando desesperados por irse a Venezuela, por la misma causa aumentará su desesperación y quizá lo harán en desorden y tal vez por la deserción. Hago a usted esta recomendación amistosa por el interés que tomo por usted y por la Nueva Granada y porque estoy persuadido que el día en que salga de aquí esta división, la ocupan los enemigos. Es imposible que antes de dos meses no sea atacada.

Anzoátegui debe tener el mando en jefe de las provincias de Tunja, Socorre y Pamplona, inmediatamente sujeto al vicepresidente. De Casanare deben mandarle ganado, y yo lo recomendaré así en mi tránsito; pero si no viene por San Camilo totodo se pierde porque los otros caminos casi son impracticables.

Necesita el General Anzoátegui reemplazar la recluta que yo me llevo de su división. Aún no han salido fusiles de Guayana para acá: esto me desespera y por lo mismo me fuerza a dejar aquí la división Anzoátegui. Es una lástima que este cuerpo no vaya a completar la victoria en Venezuela.

Paciencia.

El batallón de Granaderos volverá a Santa Fe como ya he ofrecido, pero sin reclutas.

Haga usted reclutar de nuevo para su reemplazo, y mientras llega el batallón, que se vayan disciplinando.

En este estado he recibido un nuevo correo de Angostura, que es un poco más satisfactorio que el anterior; todos escriben llenos de júbilo por la batalla de Boyacá, que según el señor Zea ha llegado muy a tiempo la noticia; pero todos los amigos y aún los que no lo son me instan para que marche volando a impedir que se rehagan los vencidos en ambos partidos. Yo vuelo a seguir el consejo y mi propia inspiración.

Envío a usted algunos originales, entre los cuales el de Roscio es muy importante. Le recomiendo su lectura y usted verá por qué.

Yo creo que con las rentas de estas provincias del norte se puede subvenir a los gastos del ejército; pero si no fuere así, usted proveerá a todo.

El señor Zea, que está resentido, me aconseja que convoque un congreso aquí. Con el de Venezuela no nos podemos entender. ¿Qué haríamos con dos? Cuidado con que usted no oiga jamás sugestiones semejantes. Voy resuelto a dar mi dimisión si el congreso no se pone en receso por todo el año próximo. Cuando está uno más descuidado, da una ley contraria a lo que se propone ejecutar. Un nuevo vicepresidente que está haciendo y ha hecho siempre lo que se le antoja. Un cuerpo con dos cabezas distintas. ¿Qué podrá hacer?

Mucho espero de la nueva diputación a Londres por las buenas noticias que les habrán llegado. Son muy a tiempo los diputados y Boyacá.

P. D. Estoy muy incómodo con los nuevos Generales que han hecho entre los dos señores vicepresidentes. Son algunos de tal injusticia que van a disgustar a todo el ejército. Pienso revocarlos siempre que no tengan la regularidad que se requiera muy legítimamente. De otro modo sería abrir la puerta a todas las arbitrariedades más escandalosas y perjudiciales, y para evitar en lo futuro nuevas gracias como éstas, voy a pedir al congreso que los vicepresidentes los nombre el presidente, como los primeros funcionarios del Estado, así como se hace con los ministros y demás subalternos.

Algunas personas de respeto me escriben sobre el dinero que ha ido y el que vaya. Todos me hacen temer la mala versación que pueda haber, no menos que del empeño inconsiderado de los acreedores. Así, es preciso no hablar de dinero con nadie sino conmigo solo, y remitirlo siempre a mi cuartel general, dondequiera que esté. Llegando a mis manos yo le daré buena dirección. Unos por picaros y otros por honrados todos son enemigos del dinero, y nosotros tenemos tan poco que no estamos para pasamanos. Después que nos hayamos salvado, que se pague a todo el mundo, que todo mundo robe enhorabuena. En el puerto las tempestades son menos terribles.

Por fin me llevo los 50.000 pesos de la mala moneda macuquina que serían siquiera para pagar las tropas mientras estén en Apure.

BOLIVAR.

Si algo se me olvida en mis instrucciones y en esta carta, consúltelo usted, aunque yo estoy persuadido que usted acertará en todo sin mis órdenes ni consejos. Sin embargo, oiga usted estos avisos. Sea usted muy circunspecto en las órdenes, proclamas y decretos que se hayan de publicar, y mucho más en las que hayan de imprimirse; así, apruebo mucho que no se imprima la que ha dado usted últimamente en Santafé. En semejante caso un bando de una autoridad subalterna produce el mismo efecto y no compromete la autoridad suprema. Un papel acalorado suele descubrir el estado de un gobierno o los gobernantes. No quiero decir que me haya parecido mal su proclama.

Al separarme de la Nueva Granada, yo espero confiadamente que justificará usted mi oferta al pueblo de Santa Fe, cuando le dije: Yo no me aparto de vosotros, yo os dejo en Santander otro Bolívar. Mi pequeña presunción en esta parte merece la indulgencia de los que consideran que fue un sentimiento de íntima confianza en Ud. el que me arrancó esta expresión de mi corazón. ¿Y sería usted capaz de burlar la convicción que vivo? No, no, no!!!

BOLÍVAR

* De un impreso moderno. Obras Completas, tomo I, fol. 401 • 403. Cartas a Santander, tomo II, fol. 68-71.

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