Cuartel General en Pamplona, octubre 24 de 1819. 9º
Al señor Coronel Jacinto Lara.
Acabo de recibir el oficio de US. fecha en San Cristóbal, en que me participa la aproximación de una partida enemiga por el Zumbador; y que en consecuencia el Coronel Carrillo había salido con su batallón a reconocerla, y que además había US. dado parte al Rosario para detener allí todo lo que fuese llegando.
Hará US. entender al señor Coronel Carrillo de mi parte, que yo no quiero que de ningún modo comprometa su batallón a una acción en que pueda ser batido. Que el enemigo es capaz de presentar un pequeño cuerpo, y ocultarle otro mayor para convidarle a una acción desventajosa. Que probablemente el enemigo no ha recibido un gran refuerzo; pero que siempre se debe temer lo que es posible. Desde luego, tanto US. como el Coronel Carrillo tendrán entendido que si el enemigo se acerca, nuestras tropas deben retirarse aceleradamente hacia aquí; pero trayendo todo lo que tenemos en San Cristóbal y Cúcuta, para lo cual servirán bien los reclutas que ha llevado el Comandante Mellado; los cuales cargarán cuanto pertenezca al ejército.
Tenemos en esta Provincia muchas tropas; y en tres o cuatro días podemos reunirías todas, y así nada debemos comprometer parcialmente; si el enemigo se acerca yo marcharé inmediatamente al auxilio de US. y del Coronel Carrillo; pero si no se acerca, todas mis órdenes anteriores deberán ejecutarse con más prontitud que antes; es decir, que el envío de reclutas y vestuario, debe hacerse con la mayor celeridad posible; lo mismo se hará con el dinero ahí detenido para no experimentar más embarazos y retardos.
Dios guarde a US., etc.
BOLÍVAR
P.D. Escriba US. a los señores Generales Páez y Soublette sobre los movimientos que se observen en el enemigo, si estos movimientos llegan a ser importantes, para que obren en consecuencia con la mayor actividad, y sin perder momento, a fin de aprovecharnos en parte o en todo de las ventajas que nos presente. Así lo hará US. entender de mi orden a los dichos Generales.
* De un impreso moderno. O’Leary, tomo XVI, págs. 512 - 513.
RSS 2.0