.
Portada del sitio > 7) Período (19MAY AL 19DIC 1815) Correspondencia Oficial > DOCUMENTO 1293 CARTA DE BOLÍVAR A RICARDO WELLESLEY, FECHA­DA EN KINGSTON EL (...)

DOCUMENTO 1293 CARTA DE BOLÍVAR A RICARDO WELLESLEY, FECHA­DA EN KINGSTON EL 27 DE MAYO DE 1815, POR LA QUE SOLI­CITA EL AUXILIO DE INGLATERRA PARA LA INDEPENDENCIA*

Kingston, mayo 27 de 1815.

Señor Don Ricardo Wellesley. Londres.

Muy señor mío:

Cuando tuve el honor de conocer a Vd. en esa capital, formé la resolución, por acceder a la amable insinuación que Vd. [1]] se sirvió hacerme, de escribirle lo que fuese digno de serle comunicado. No abusé al principio de la indulgente demanda de Vd., y sólo me atreví a distraer su atención [2]] así que consideré que ya era tiempo de par­ticiparle los más importantes de nuestros terribles y gloriosos su­cesos. Después que muchos triunfos favorecieron las armas de mi mando, me aventuré a entrar en comunicaciones confidenciales con Vd. Entonces lo hice y no he vuelto a usar de un permiso que tanto me lisonjea.

Ahora, por segunda vez, me tomo la libertad de dirigirme a Vd., no para anunciarle acontecimientos prósperos, sino para hacer des­plegar los sentimientos sublimes que le caracterizan de un hombre ilustrado y liberal; me dirijo a Vd., respetable amigo y señor, para interesar su influencia en obsequio de un mundo tan digno de compasión por su inocencia [3]] como cruelmente perseguido por sus tiranos. Sí, señor, la suerte de la América reclama imperiosamente el favor de cuantas almas generosas conocen el precio de la libertad y se glorían de defender la justicia. En Vd. resplandecen estas he­roicas virtudes. Vd., pues, oirá con ternura los gritos de veinte millones de víctimas. Dígnese [4]] Vd. prestarme atención.

La filosofía del siglo, la política inglesa, la ambición de la Francia y la estupidez de la [5]] España, redujeron súbitamente a la América a una absoluta orfandad y la constituyeron indirecta­mente en un estado de anarquía pasiva. Las luces de algunos acon­sejaron la independencia, esperando fundadamente su protección en la nación británica, [6]] porque la causa era justa. La masa general de los pueblos fue dócil al principio y siguió la senda del bien. Pero vueltos los españoles de su primera sorpresa, porque la In­glaterra les volvió la esperanza, dirigió su atención a no recobrar su antiguo dominio ni a conquistar para poseer [7]] : con el fuego y la espada en la mano, su proyecto es reducir, segunda vez, a soledad esta mitad del mundo que su impotencia no puede conservar.

El equilibrio del universo y el interés de la Gran Bretaña, se encuentran perfectamente de acuerdo con la salvación de la Amé­rica. ¡Qué inmensa perspectiva ofrece mi patria a sus defensores y amigos! Ciencias, artes, industria, cultura, todo lo que en el día hace la gloria y excita la admiración de los hombres en el conti­nente europeo, volará a América. La Inglaterra, casi exclusiva­mente, verá refluir en su país las prosperidades del hemisferio que, casi exclusivamente, debe contarla por su bienhechora.

Este es el último período de nuestra existencia, si una nación poderosa no nos presta auxilios de todo género; ¡qué dolor! te­nemos una enorme masa de poder que por sí misma debe desplo­marse, si artífices fuertes y hábiles no construyen el edificio de nuestra libertad. Inmensas regiones surcadas por caudalosos ríos [8]] manantiales inagotables de riquezas agrícolas y mercantiles, todo será anonadado por la maleficencia española. Provincias enteras están convertidas en desiertos; otras son teatros espantosos de una anarquía sanguinaria. Las pasiones se han excitado por todos los estímulos; el fanatismo ha vulcanizado las cabezas, y el exterminio será el resultado de estos elementos desorganizadores.

Yo vi, amigo y señor mío, la llama devoradora que consume rápidamente a mi desgraciado país. No pudiéndola apagar [9]], des­pués de haber hecho inauditos e innumerables esfuerzos, me he salido [10]] a dar la alarma al mundo, a implorar auxilios, a anunciar a la Gran Bretaña y a la humanidad toda, que una gran parte de su especie va a fenecer, y que la más bella mitad de la tierra será desolada.

Vea Ud. con indulgencia, señor, estos trasportes, que parecerán exageraciones de un delirante, más bien que expresiones de hechos ciertos y de previsiones justas. Pero no, no es sino la imagen fiel­mente representada de lo que he visto y de lo que es infalible, si la Gran Bretaña libertadora de la Europa, amiga del Asia [11] pro­tectora del África, no es la salvadora de la América.

Si me hubiese quedado un solo rayo de esperanza de que la América pudiese triunfar por sí sola, ninguno habría ambicionado más que yo el honor de servir a mi país, sin degradarlo a la humi­llación de solicitar una protección extraña. Esta es la causa de mi separación de la Costa Firme. Vengo a procurar auxilios; iré en su busca a esa soberbia capital [12]] si fuere preciso marcharé hasta el polo; y si todos son insensibles a la voz de la humanidad, habré llenado mi deber aunque inútilmente y volveré a morir comba­tiendo en mi patria.

Me lisonjeo que [13]] la gloria, que tanto ha lustrado, [14]] con sucesos militares y políticos, a la distinguida familia de Vd., le habrá hecho participar de sus merecidos favores, como yo ardientemente lo deseo, y como es de esperarse por [15]] las eminentes cualidades que brillan en su persona. Perdone Vd., señor, estos testimonios de mi respetuoso afecto y de la alta consideración con que soy su más atento obediente servidor [16]]

Q. B. S. M.

SIMÓN BOLÍVAR.

* Para establecer el texto de esta carta la Comisión Editora ha dispuesto solamente de fuentes muy posteriores al momento de su expedición. Son las siguientes: 1. Copia manuscrita de letra de Juan Bautista Pérez y Soto, conservada en el Archivo del Libertador, vol. 45, folios 29 y 30; 2. El texto impreso en Blanco-Azpurúa, “Documentos”, Vol. V, págs. 286-287; y 3. “Cartas del Libertador”. Complemento de las “Memorias del General O’Leary”, Caracas, Imprenta y Litografía del Gobierno Nacional, 1888. Las tres fuentes consultadas presentan diferencias de redacción, que señalamos en las correspondientes notas. Por no disponer de fuente más fehaciente, la Comisión se limita a indicar las variantes observadas. Sobre el destinatario, véase la nota principal del Doc. N° 619, en la Correspondencia Oficial.

Notas

[1] [Pérez y Soto dice: ". . .insinuación de U.".

[2] [Véase la carta del Libertador a Sir Richard Wellesley, fechada en Maracay el 14 de enero de 1814, en la Correspondencia Oficial, Doc. N° 619.

[3] [Pérez y Soto: "por inocencia".

[4] [Pérez y Soto: "dignare".

[5] [O’Leary: "estupidez de España"

[6] [O’Leary: "fundadamente la protección de la nación británica".

[7] [Blanco-Azpurúa dice: "su atención no a recobrar su antiguo dominio ni a conquistar para poseer". O’Leary: "su atención a recobrar su antiguo dominio, y a conquistar para poseer".

[8] [Blanco-Azpurúa dice: "caudalosos ríos, mares benignos, montes de oro y de plata, poblaciones benévolas y numerosas; manantiales

[9] [ O’Leary: "no pudiendo apagarla".

[10] [O’Leary: "me he venido".

[11] [Pérez y Soto: "de la Asia".],

[12] [Se refiere a la ciudad de Londres, en donde el Libertador conoció y trató en 1810 a Wellesley, hijo del que entonces era Ministro de Relaciones Exteriores Británico. Véase la nota principal del Doc. N° 59 en la Correspondencia Oficial.

[13] [O’Leary dice:"me lisonjeo de que...".

[14] [O’Leary dice: "que tanto ha ilustrado"

[15] [O’Leary dice: "esperarse de".

[16] [O’Leary dice: "atento servidor".

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0