[Caracas, 11 de marzo de 1803?]
Señor Presidente Gobernador y Capitán General.
Don Simón de Bolívar, Teniente del Batallón de Milicias regladas de los Valles de Aragua, con el pedimento más conforme a V.S. digo: que se me acaba de noticiar que el Doctor Francisco Seijas, Teniente del Valle de Santa Lucía, prevalido de la autoridad de ésta, con grave escándalo del pueblo y conducido del despotismo más absoluto, se ha introducido en mi hacienda [1] que tengo en el mismo Valle, sólo con el objeto de mandar parar los trabajos que a la sazón se practicaban en beneficio de mis labranzas, y porque mi mayordomo [2], cumpliendo con mis órdenes en todo arregladas a los sabios acuerdos de esta superioridad, mandó a la esclavitud continuasen sus tareas, emprendió con tanta furia la prisión de este inocente que a no ser los arbitrios de que se valió, para esta época se hallaría experimentando los rigores de aquel Teniente que, empeñado en desfogar su encono, busca con eficacia ocasión de incomodarme. Yo, Señor Presidente, en obsequio de la tranquilidad que a toda costa apetezco conservar, sin embargo de que por este superior tribunal se inhibió al Doctor Seijas del conocimiento de mis causas y domésticos, habilitando para ellas a Don Pedro Rada, hacendado del mismo partido, para quitar del medio todo motivo de discordia, removí de la hacienda a mi primer Mayordomo, Don José Manuel Jaén, y puse en su lugar a Don Francisco Salías [3], creyendo que con esto calmarían mis inquietudes, pero me ha salido errado todo, pues aquel Teniente, respirando fuego por todas partes contra mí, no deja labrarse de la razón; así es que para saciar su desenfrenada ira no ha dudado desairar los reflexivos y germinados decretos de V.S. por lo que justamente debo temerme que este hombre, de un momento a otro, me compromete a un lance que puede aparejar consecuencias muy fatales; y como para esta y otras ocurrencias de igual naturaleza encarga a esta superioridad el pronto remedio la novísima real cédula del año de noventa y nueve, la misma que recomienda a los señores Presidentes velen sobre la conducta de los Tenientes, corregidores y otros magistrados subalternos, desde luego con el objeto de sentir los efectos saludables de tan prudente como sagrada disposición y lograr al mismo tiempo el desagravio de la autoridad de V.S., a quien ha ofendido sobre manera con sus desatentas y osadas resoluciones, en grave perjuicio del buen orden, en que consiste la felicidad del estado y de los vasallos que lo componen, me acojo a su protección y a V.S. suplico que movido de tan poderosas causales, trayendo a la memoria el contenido de los anteriores decretos, subsecuentes a mis justificadas quejas, se sirva reprimir el desmesurado orgullo de aquel Teniente penándolo con la multa de quinientos pesos y acordando al mismo tiempo las providencias más crudas y eficaces, a redimirme de un rival que con sus despóticos procedimientos aventura sin duda alguna la suerte de un vecino honrado, a cuyo fin pido en justicia con costas, costos, daños y perjuicios que protesto y juro lo necesario.
Otro sí. Con el designio de proporcionar a mi solicitud el feliz éxito a que es acreedora, devuelvo sin contestar el último des pacho librado a mi instancia y pido que teniéndose presente el mérito que a mi favor produce se me entregue para evacuar la vista pendiente e ilustrar a este Magistrado de las imposturas con que en la final diligencia ha pretendido indemnizarse para con esa superioridad y cohonestar en el modo posible de su procedimiento, pues así lo estimo conveniente a la conservación de mi honor y defensa de mis derechos, en justicia que imploro y juro - ut supra
DOCTOR FÉLIX SOSA.
SIMÓN BOLÍVAR.
* Archivo del Registro Principal, Caracas. Civiles, B, 1803, folios 70 recto al 71 vuelto. Expediente titulado: "Don Simón de Bolívar, contra don Felipe Fernández y su hermano don Isidro sobre inhibir al Teniente de Santa Lucía del conocimiento de sus causas por el fuero militar que goza, ante el señor Gobernador y Escribano don Juan Domingo Barcenas; año de 1803", que comprende los folios 3 a 75 del mencionado volumen. Original, de mano del letrado José Félix Sosa. Las firmas de Bolívar y de Sosa son autógrafas. El destinatario era Manuel de Guevara y Vasconcelos, quien para ese momento ya se había encargado nuevamente del mando. Para la explicación de la fecha que se le asigna al documento, y para más detalles relativos al proceso, véase la nota principal del documento N° 12.
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