San Cristóbal, 4 de junio de 1820.
Al señor Subjefe del Estado Mayor General.
Dispone S.E. el Libertador:
1º Que haga V.S. apotrerar todo el ganado que haya repuesto y bien descansado en el potrero que cuida el Capitán Suárez [1].
2° Que todo el que esté bueno, es decir en disposición de marchar, sin despearse, ni cansarse lo remita V.S. a este cuartel, al cuidado de un Oficial de confianza que lo traiga sin estropearlo y con la prevención de que será responsable de cualquiera res que se pierda, sea del modo que fuere.
3º Que sacadas estas reses que se mandan venir, tome V.S. razón del número que quede en el potrero, separando si es posible, a las que están más prontas a reponerse.
4º Que por supuesto debe ponerse gran cuidado en que no venga ni una res de las 200 que han ido últimamente de aquí.
5º Que si es posible pase V.S. mismo al potrero a hacer cumplir estas disposiciones: en la inteligencia de que se necesita aquí el ganado para subsistencia de las tropas, porque la provisión que hay de él, no alcanza sino para 8 días a lo más.
Dios guarde, etc., etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVII, folios 25 vto. al 26, segunda parte.
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