Trujillo, 10 de octubre de 1820.
Al Jefe del Estado Mayor de la Guardia.
[S.E. el Libertador ha dispuesto que los cuerpos vengan de] [1] S.E. el Libertador dispone hoy que a pesar de todas [hoy los reemplacen sus faltas, previene a V.S. que] [2] las órdenes que se han comunicado a V.S. antes, se reactive [por su resolución de hoy] [3] la marcha de los cuerpos.
Siendo importante la reunión del ejército, quiere que se acelere la venida de los batallones; por tanto, [ordena que V.S. habrá dado ya sus disposiciones] [4] considerando que las disposiciones que V.S. habrá dado para recoger los víveres habrán proporcionado una cantidad bastante para que pueda mantenerse en el camino; ordena a V.S. que el batallón "Anzoátegui" venga al Cuartel General recogiendo en el tránsito sus destacamentos de la Grita y Bailadores: que dos días después siga el "Bogotá" con marcha lenta para que sufra menos pérdida, y que inmediatamente dé V.S. orden para que vengan también "Tunja" y "Vargas", con la fuerza que tengan pero bien equipados.
Estos batallones pondrán sus compañías a 150 hombres, y los oficiales sobrantes irán a los depósitos.
De los enfermos del hospital que se restablezcan, dispondrá V.S. que se formen cuadros para ir a las Provincias, a fin de que haya siempre reemplazos para el ejército.
Prevenga V.S. al Jefe de Guasdualito, que volando suban a Teteo los fusiles que trae el Coronel Encinoso, porque acaso se necesiten para "Tunja" o "Vargas", y que si no han llegado a Guasdualito, se manden todos los auxilios por el Arauca para que a toda prisa vengan, y vengan seguidamente a San Cristóbal.
Mientras "Tunja" y "Vargas" llegan, hay tiempo de que se consigan víveres para ellos; y para Bogotá se recogerán en ese lugar buenos oficiales, en dos días de diferencia, que se dejan de la marcha del "Anzoátegui" a la de ese cuerpo.
Dios guarde, etc.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
P.D. Con los dichos batallones vendrá todo el parque que pueda conducirse, el Estado Mayor General, el Comisario General, el dinero, etc, etc. y V.S. dejará encargado del depósito de San José a un oficial de actividad, celo y de toda confianza.
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVII, folio 348 vto. y 349, 2a parte.