Trujillo, 10 de octubre de 1820.
Al Gobernador de Mérida.
Repetidas veces he hablado a vuestra merced, del acopio de víveres que deben hacerse en todos los pueblos y lugares del tránsito, desde Cúcuta hasta Timotes [1], para los cuerpos que van a marchar hasta este Cuartel General.
Nuevamente insto, sobre esta disposición de S.E., porque se han expedido ya órdenes para mover cuerpos que pueden ascender a cinco mil hombres, y que han de venir [desde esta fecha] [2] desde ahora hasta mediados o fines de noviembre. Estos cuerpos traerán bagajes, traerán acaso dinero, municiones, etc., es pues preciso, apurar todos los medios de procurar cuantas muías hayan de necesitarse para que la marcha no sea detenida por ninguna cosa.
Aunque estas tropas vendrán a marchas lentas, importa que lleguen lo más pronto posible al Cuartel General Libertador, y por tanto nada debe faltarles en el tránsito, para que nada las retarde.
El más importante objeto de los trabajos de U. en el momento presente, son los víveres y los bagajes para esos cuerpos. De la eficacia de U. en esto depende que ellos lleguen más o menos numerosos y más o menos estropeados; por tanto S.E. encarece siempre por que U. procure cuantos auxilios hayan de necesitar y confía en que le exactitud de U. facilitará abundantemente cuanto se haya de menester.
Dios guarde, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
P.D. Que se compren y se construyan cuantas alpargatas se puedan.
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVII, folios 347 vto. al 348, 2a parte.