Rosario, a 2 de junio de 1820.
Al Teniente Coronel Hermógenes Maza [1], Comandante de la Expedición del Magdalena.
S.E. el Libertador ha visto con la mayor satisfacción el oficio de U., fecha del 24 del próximo pasado, participándole el suceso brillante de esa expedición sobre los enemigos en El Peñón y El Banco. S.E. tributa a U., a los Oficiales y tropa de la expedición las más sinceras y repetidas gracias por su valiente conducta y por el acierto y prudencia con que ha digido U. sus operaciones.
Reforzada como debe haber sido esa expedición, con el batallón de Honda, según las órdenes que se han librado, está U. en disposición de obrar con seguridad y ventaja sobre el enemigo. S.E. cree que El Banco debe ser evacuado luego que el enemigo sepa la ocupación de Chiriguaná por la columna del señor Coronel Carmena, que se hallaba el 19 en San Bernardo. Si lo fuere, S.E. quiere que U. adelante sus posiciones cuanto sea posible, hasta ponerse en disposición de obrar sobre Mompós por el río con la escuadrilla, y por tierra con el batallón, en combinación con las tropas de Antioquia que deben estar ya sobre las Sabanas.
Si el enemigo, a pesar de nuestras operaciones en las Provincias de Santa Marta y Cartagena, se obstinare en sostener El Banco, U. despreciará este punto y las fuerzas que hay en él, por obrar siempre directa y abiertamente sobre Mompós. Con este objeto, luego que se le reúna el batallón de Honda, se presentará U. ante El Banco con todas sus fuerzas y amenazando falsamente atacarlo en una tarde, pasará por la noche delante de él, procurando no ser sentido, y seguirá su movimiento sobre Mompós, que en este caso es muy difícil sea ocupado por U., pues su principal defensa son las fuerzas de El Banco que habiendo quedado cortadas a la espalda no podrán socorrerlo oportunamente. Estas operaciones exigen un gran secreto y sobre todo la mayor rapidez y atrevimiento en la ejecución. Mompós, atacado por tierra y por el río de improviso, no podrá defenderse, y situado U. en aquel punto los enemigos de El Banco tendrán que dispersarse, o entregarse, cortados como quedan por el Magdalena y por tierra. S.E. encarece a U. la necesidad de libertar a Mompós, y confiado en el valor y actividad de U. espera el más feliz resultado de sus operaciones por esa parte.
Se ha mandado que el Capitán Hormechea [2] vuelva a incorporarse a U. Si estuviere todavía a su alcance, le comunicará U. esta disposición para que suspenda su marcha a reunírsele.
Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII; págs. 209-210.