San Cristóbal, mayo 25 de 1820.
Al señor General José A. Páez.
Además de las quejas que ha recibido S.E. contra el señor Coronel Iribarren y Comandante Mora [1] de que hablé a US. en oficio separado, se han repetido otras muchas contra el Coronel Aramendi, sobre la cogida de ganados. Se le acusa, primero, de que habiendo tomado una gran cantidad de los fondos destinados para pagar a los que se ocupan de este trabajo, no ha entregado el número de reses que debía; segundo, de que todos los peones y trabajadores que empleó, paisanos o soldados, no han sido pagados por el ganado que ayudaron a coger. Tales son los soldados del escuadrón del Llano arriba, que fueron los que ayudaron más. S.E. había dispuesto que por cada res que entregasen en la boca del monte les abonen un peso y que el total se distribuyese a prorrata entre todos los colectores. A esta disposición ha faltado el Coronel Aramendi, tomando anticipadamente los fondos para entregar tanto número de reses, y reservándolo para sí solo, sin hacer la distribución.
S.E. me manda pase a conocimiento de US. esto, para que haga cumplir aquellas disposiciones en todas sus partes, obligando al Coronel Aramendi a que entregue las reses que debe, y a que satisfaga como es justo a los soldados o peones que han ayudado o ayuden al trabajo, previniéndole al mismo tiempo que es muy escandaloso esté enviando ganado a vender por su cuenta, sin haber satisfecho aquél. Esto último es tan positivo que hoy mismo va a comprarse una partida enviada por él.
Lo digo a US. para su cumplimiento. Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, pág. 203.