Arauca, Junio 5 de 1819.
Al Señor General Páez.
En lugar de los 300 caballos mansos que debieron venir de ese lado con el ejército, resulta ahora que no han venido sino 200, no caballos sino yeguas, que además de ser cerreras son abominables e inútiles porque no solamente están flacas sino sarnosas. Así es que no se han podido apartar de ellas ni las que necesitan los oficiales de infantería, que marcharán a pie de aquí porque no hay una sola bestia que pueda servir.
Es bien extraño que habiendo 1.600 caballos útiles ahí, de los cuales he tenido la moderación de no pedir sino 300, no se me hayan podido dar. Mejor hubiera sido que no se me hubieran ofrecido, porque a lo menos no habría contado con ellos para la marcha, y no sería tan sensible su falta. Yo espero que US. averigüe la causa que ha habido para esto, y de que ha dependido, para que ponga US. el remedio.
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI, págs. 395-396.