Al Excmo. señor Vicepresidente de Venezuela.
En la marcha a Cartagena ha recibido S.E. el Libertador varias comunicaciones de V.E., a que no es posible contestar ahora, porque ni el tiempo lo permite, ni se tienen presentes las diferentes notas de V.E. Cuando llegue el archivo que ha quedado a la espalda, se responderá todo lo que merezca una resolución. Entretanto, me manda S.E. que comunique a V.E. las órdenes siguientes:
1° Que impuesto de las dificultades que se presentan para ejecutar la expedición marítima sobre la costa de La Guaira, conviene S.E. en que las tropas que se destinaban a aquella operación, reforzadas cuanto sea posible con todas las que haya disponibles en el Oriente de Venezuela, ejecuten el nuevo plan que V.E. propone de invadir a Caracas por el Tuy y Ocumare. S.E. quiere que el señor General Bermúdez mande en jefe el ejército que debe ejecutar esta invasión, y que V.E. le dé sus instrucciones con arreglo a lo que V.E. mismo propone y a lo que ahora se previene.
2° Que en el mes de octubre próximo debe ese ejército prepararse para moverse en todo el de noviembre, que es el tiempo en que este ejército y el de Apure, se acercarán a Valencia y llamarán por esta parte la atención del enemigo.
3° Que el señor General Bermúdez no debe conformarse con amenazar a Caracas, sino que la ocupará, estrechando al enemigo cuanto sea posible; pero procurando siempre evitar una batalla contra fuerzas superiores y sin probabilidad del suceso.
4° Que V.E. está autorizado para señalar, con conocimiento de las circunstancias, de las fuerzas del ejército que emprenda la operación, y de las posiciones que ocupa el enemigo, la dirección que debe llevar el señor General Bermúdez, es decir, si obrare por Orituco o por otra dirección, con tal que tome siempre a Caracas por la espalda del ejército español.
5° Que el señor General Cedeño deje el mando de la división en que sirve, y venga inmediatamente a presentarse en el Cuartel General de S.E., donde recibirá nuevas órdenes y se le dará otro destino.
6° Que no es posible disponer por el momento de fondo alguno en efectivo, fuera de Cundinamarca; consiguientemente V.E. no debe contar sino con lo que produzca ese Departamento o los que V.E. mismo se procure para los vestuarios y equipamentos pedidos, y para la habilitación del ejército de Oriente. El señor Ministro de Hacienda ha ofrecido que habría algunos vestidos para este mes en esa ciudad. Estos y los que V.E. haya adquirido, vendrán al Apure a la mayor brevedad. Las cartucheras y demás fornituras que se pidieron antes, no son tan necesarias ya, porque se han construido aquí; pero será conveniente que vengan también las que haya conseguido V.E.
7° Que los fusiles que hayan llegado o lleguen a esa capital, los envíe V.E. por mitades al Apure y al Magdalena, por donde pueden fácilmente introducirse al interior de Cundinamarca, y principalmente al Sur.
Lo que comunico a V.E. de orden de S.E., para su inteligencia y cumplimiento.
Dios, etc.
San Cristóbal, setiembre 24 de 1820.—10°
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 463-464.