Señor General Rafael Urdaneta.
He recibido hoy el oficio de US. del 26 del pasado, en que me participa no haber novedad en la Guardia.
Con mi Edecán Ibarra [1] he ordenado a US. envíe al Bajo Apure la brigada de infantería del Coronel Plaza [2], la columna de Tiradores de Heres, y la brigada del Coronel Briceño. Ahora repito la misma orden, con excepción de la columna Briceño, que debe quedar en San Cristóbal hasta mi llegada. Las tropas que marchan a Guasdualito irán sin fusiles a tomarlos allá del General Páez: cada uno de estos batallones debe llevar por lo menos 800 hombres y debe dejar en San Cristóbal los oficiales sobrantes para los otros cuerpos.
Posteriormente he ordenado a los batallones Boyacá, Bogotá, Vargas y Tanja que suspendan su marcha por algunos días hasta nueva orden, y se aposten en los lugares más convenientes para la mantención de las tropas. Repita US. estas órdenes detallándoles cuanto sea más conveniente para la conservación de las tropas; en inteligencia de que no quiero que por ahora lleguen estas tropas a la costa. US. debe permanecer en San Cristóbal, y el Coronel Plaza debe mandar las tropas que van a Guasdualito; llevando dinero para que les compren pan.
La caballería debe quedar en Cúcuta: el señor General Páez debe quedar en inacción hasta segunda orden, y si no se hubiesen recbido los oficios que por triplicado se le han enviado, le mandará US. este original para que esté instruido de mi final resolución, y sobre el particular le escribirá US. por diferentes ocasiones, a fin de que no pueda dejar de recibir alguno de sus oficios. Del 16 al 16 estaré en Cúcuta.
Dios, etc.
Mompós, setiembre 5 de 1820.—10°
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, pág. 422.