San Cristóbal, mayo 1º de 1820.
Al señor General Soublette.
El Excmo. señor Libertador se ha servido expedir en esta fecha, el decreto que con la mayor satisfacción acompaño a US. en copia. Es el deseo da S.E. que marche US. inmediatamente a encargarse del nuevo destino que se le ha conferido, sin que se entienda que haya US. perdido por esto el empleo que ejerce en el ejército, y que volverá US. a servir cuando cesen sus funciones de Vicepresidente interino de Venezuela.
S.E. no tiene instrucciones particulares que comunicar a US., sino recomendarle encarecidamente la dirección de la guerra en el Oriente de Venezuela, del modo más ventajoso; la organización y disciplina de las divisiones destinadas a obrar por aquella parte, y el que se esfuerce US. por prestar toda especie de auxilios a las mismas y al ejército de Occidente.
Si cuando US. llegue a Angostura, creyese necesario que el señor General Bermúdez continúe mandando el ejército de Oriente, reservará en su poder el adjunto pliego. Pero si por el contrario no juzga US. indispensable la presencia de aquel General allí, se lo dirigirá, y en este caso está US. autorizado para nombrar quien mande la división de Cumaná que quedará obrando independiente de la de Barcelona, hasta que sea absolutamente necesario reunirías o ponerlas bajo un solo Jefe que US. elegirá entonces.
Lo digo todo, de orden de S.E. Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, pág. 149.
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