Orichuna [1], 24 de mayo de 1818.
Al señor General Páez, o al Coronel Guerrero, o al Comandante de San Fernando.
Según me informa ahora el Comandante Curbelo [2] la carne que se tomó anoche en El Diamante [3] apenas alcanzará para racionar el convoy 4 ó 5 días y probablemente gastaremos quince o más en la navegación. En Caicara que es la única parte donde pudiéramos proveernos en el tránsito, no hay sal, ni carne niguna salada. Es pues indispensable que inmediatamente me envíe V.S. la lancha del ciudadano Sosaya, o cualquiera otra, con cuanta carne salada haya en El Diamante o en otra parte. Tal vez yo la esperaré aquí o iré a aguardarla a Caicara, de donde regresará la misma lancha con los vestidos para el batallón.
Si no viene oportunamente este auxilio esté V.S. seguro que van a perecer más de 400 personas que trae el convoy.
Si la carne que hubiese pertenece a algún particular, puede V.S. ofrecerle que en Angostura se la entregará la que sobre y se le indemnizará dándole ganado y sal para que la reponga, o la sal necesaria para que traiga aquí según le parezca más conveniente. Lo que interesa es que se mande sea de quien fuere.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador n° 9. Archivo del Libertador, vol. 25, fol. 8 y 8 vº. Escrito de letra de Briceño Méndez. Para las características del cuaderno copiador véase la nota principal del doc. nº 2776.