Araguaquen, 13 de marzo de 1819.
Al General Páez.
Anoche llegó a mis manos el oficio de US. fecha 11 del corriente, a las 8 de la mañana, confirmándome las noticias que antes me había dirigido sobre la retirada del enemigo hacia Achaguas, los esfuerzos que hace para recoger ganado, y disposiciones tomadas por US. para impedir esta operación y molestarlo. Quedo impuesto de todo y creo muy acertada la medida que US. me participa, y que debe ser nuestro principal objeto. Si nuestras guerrillas logran que el enemigo no tome ganado, o le quitan el que haya cogido, la suerte del ejército español queda decidida sin aventurar nosotros nada.
Antes de ayer comuniqué a US. mi llegada, y le signifiqué que mis deseos son mover la infantería sobre el enemigo. Ayer mismo la hice pasar el Arauca, y estaría ya marchando si hubieran llegado los caballos que necesita para transportes de oficiales y parque. Creo que llegarán hoy y que mañana emprenderé la marcha.
Mientras no conferencie yo con US., no podré combinar las operaciones que debe el ejército ejecutar. Es muy importante que US. me espere en algún punto de la dirección que yo llevo hacia el Caujaral. Por acelerar las marchas de la infantería me he detenido hasta ahora y me detendré aún, hasta que la ponga en movimiento porque son innumerables las dificultades que se han presentado, y que yo mismo me veo embarazado para superar; sobre todo nos faltan enjalmas para el parque, que espero me remita US., quitándolas a quien las tenga y mandando hacer más.
Aquí dejaré el hospital y lo que no pueda llevar del parque. US. tomará sus medidas para que sean socorridas estas tropas, que quedan con el ganado necesario para la subsistencia mientras podemos transportarla a otro lugar más cómodo.
Dios, etc.
[S.BOLÍVAR]
P. D. Según me informa el Capitán Gómez, que ha venido del enemigo, la fuerza de Morillo en la Isla no excede a lo más de 3.000 hombres. Es una pérdida irreparable la que haríamos si dejásemos escapar esta ocasión, la más favorable que puede presentarse jamás para destruirlo completamente. Toda la caballería que tiene el enemigo está malísimamente montada, y no hay en toda ella un solo soldado español, porque los Húsares marcharon para Valencia. Es, pues, preciso que US. tome desde ahora sus medidas para que podamos marchar rápidamente sobre Achaguas, donde tal vez encontraremos todavía a Morillo, si nos esforzamos un poco. Estando Latorre sobre Barinas con otra división del ejército español, es seguro que las fuerzas de Morillo se han disminuido en más de una cuarta parte, lo que nos proporciona una ocasión de destruirlo con una superioridad muy conocida de nuestra parte. Yo he examinado muy detenidamente al oficial y tomando los informes más detallados sobre cada cuerpo en particular, estoy seguro que Morillo no tiene en la Isla sino dos mil y pico de infantes, y cerca de mil caballos.
Dios, etc.
[S. BOLÍVAR]
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, pág. 272-273
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