San Pablo, 2 de marzo de 1818.
Al señor General Páez.
Sobre la multitud de quejas que he oído contra el oficial Cayetano Vargas [1] que quedó con una partida por la Guadarrama al paso del señor Coronel Rangel [2] he recibido hoy informes tan exactos de los robos, violencias y vejaciones de toda especie que ha cometido él mismo, que no pueden oirse sin escándalo y horror. La justicia exige que aquel oficial sea juzgado y castigado conforme a las leyes, para que sirva de ejemplo. Con este objeto lo he mandado llamar; pero ya se había marchado para Santa Lucía de donde dicen que es Comandante. Sus crímenes no pueden quedar impunes, y su castigo debe ser a presencia del ejército y de los pueblos que ha maltratado. Prevengo, pues, a V.S. que libre sus órdenes, para que sea aprehendido y conducido con seguridad a [3] mi cuartel general, donde será examinada y juzgada su causa en el Consejo de Guerra permanente.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. 308 vº. Escrito de letra de Briceño Méndez. Sobre las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del documento nº 2646.