Rosario, julio 23 de 1820.
Al Excelentísimo señor Vicepresidente de Colombia.
Tengo la satisfacción de incluir a V.E. copias de dos comunicaciones que acabo de recibir de los Generales enemigos Morillo y La Torre.
Por ellas verá V.E. confirmado lo que en mi oficio de 7 del corriente anuncié a V.E. El título, de Presidente del Congreso, que me da Morillo, confirma las sospechas que indiqué a V.E. de que su objeto es malicioso en la misión que dirige a esa capital. El no puede ignorar que mi destino es de Presidente de la República y no del Congreso, pero convenía a sus ideas tomar este pretexto para enviar a Angostura comisionados que observen el espíritu público y que se esfuercen por alcanzar respuestas contradictorias o discordes de las mías. Previendo y temiendo esto insté encarecidamente, a V.E. que no respondiese decisivamente o que se refiriese a mi respuesta. El carácter de los enviados que se dirigen cerca de V.E. me hace desconfiar aún más y me obliga a repetir aquellas prevenciones. Como tal vez será muy conveniente que V.E. oiga y se informe prolijamente de las intenciones de la España, puede S.E. recibir a los enviados que se dirigen a esa capital, oír sus proposiciones y entrar en comunicaciones con ellos, pero tendrá V.E. cuidado de limitar las que les hago, o pedir explicaciones sin decidir nada y remitiéndose al fin a mi decisión.
Creo con este motivo muy oportuno el recordar a V.E. que estando especial y expresamente cometida al Presidente de la República la celebración de treguas y paz por el artículo 8°, sección 3a, título 7°, de la Constitución, no debe la Diputación permanente del Congreso General tener parte en la misión del General Morillo ni en ninguna otra, hasta que el Gobierno le dé cuenta de los pasos que haya dado cuando lo crea conveniente. Acompaño también a V.E. copia de la respuesta que he dado al General Morillo.
Dios guarde, etc.
BOLÍVAR
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary tomo XVII, folio 130 al 131, 2a parte.
RSS 2.0