Cuartel general de Santa Catalina, [1] a 23 de febrero de 1820.
Al Excmo. Señor Vicepresidente del Departamento de Cundinamarca.
Excmo. señor:
Con esta fecha he prevenido a los gobernadores, comandantes generales de Pamplona, el Socorro y Tunja, lo siguiente: "Disponga V.S. que se compren cincuenta mulas en esa provincia, las mejores que haya en ella, y las enviará V.S. a las órdenes del señor General Urdaneta para el servicio de la caballería, pues los caballos son inútiles en este territorio. En todas las demás provincias se comprará igual número de mulas para el mismo objeto. Publique V.S. una proclama a los pueblos de la provincia de su mando, asegurándoles y ofreciéndoles de mi parte que no se tomará más un solo recluta para enviar a Venezuela, y que los que se tomen en adelante sólo serán para la defensa de su mismo territorio; que no se tomará un solo hombre casado, pero que todos los solteros servirán en las armas de la República. Publique V.S. un bando ofreciendo de mi parte los bienes de los bandidos, ladrones y desertores, a los aprehensores de ellos, y una recompensa proporcionada a la importancia del delincuente, a los acusadores que avisen de su existencia, mansión y ocupación. Pena capital a todo individuo que no delate u oculte un bandido, ladrón o desertor. Todo lo cumplirá religiosamente y encargo a V.S. muy estrechamente el último rigor en la aplicación de estos bandos".
Lo comunico a V.E. para su inteligencia y que dé las órdenes convenientes sobre su cumplimiento en las demás provincias del departamento del mando de V.E.
Dios guarde a V.E. muchos años,
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. "Cartas a Santander", tomo II; pág. 110. Archivo Nacional, Sección de Guerra y Marina (Colombia), tomo 325, folio 339.
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