Al señor Coronel Jacinto Lara.
Con fecha de 7 del corriente dije a US. desde San Cristóbal lo siguiente:
Por el Estado Mayor General fue US. informado ayer de una proposición hecha por el enemigo pidiendo un mes de suspensión de hostilidades para entrar en las negociaciones de la paz. S.E. vino a este Cuartel General a conferenciar con el Emisario, y oído lo que éste le expuso, ha contestado aceptando el armisticio solamente con respecto a este ejército; pero de ningún modo en cuanto a las operaciones de los demás ejércitos o divisiones de la República.
En consecuencia me ordena S.E. que haciendo saber a US. esta ocurrencia le recomiende el cumplimiento de la orden librada ayer por el Estado Mayor General, relativamente a la continuación de sus operaciones. Pero como probablemente la negociación seguirá y tendrá un resultado tanto mejor y ventajoso cuanto más fuertes y superiores seamos al enemigo. S.E. encarece a US. la necesidad de que conduzca, dirija y ejecute sus operaciones con la más grande prudencia y circunspección, para no comprometer la división de su mando a una función de guerra que pueda sernos desfavorable o dar al enemigo la menor ventaja o superioridad, y para aprovechar cualquiera ocasión que se le presente de batirlo con seguridad o adelantar sus posiciones sin peligro.
El oficio de US. que he recibido anoche, con fecha de 29 del próximo pasado, confirmando las noticias que le di en el que acabo de insertar y añadiendo las que US. ha adquirido sobre las operaciones posteriores del señor Coronel Montilla, mueven a S.E., no sólo a recomendar y encarecer de nuevo a US. la prudencia y circunspección, sino a reformar el plan de operaciones que debía US. ejecutar. A este fin me manda le comunique:
1° Que no emprenda US. la campaña a que fue destinado, sino en los casos de que esté tan comprometido ya en ella que no pueda retrogradar sin peligro inminente, o que según las noticias, conocimientos y ventajas que haya adquirido sobre el enemigo tenga una seguridad evidente del suceso.
2° Que habiendo variado tanto nuestra situación con la libertad de todo el Magdalena, que ha venido a ser el centro de reunión de las expediciones del Coronel Montilla y de los Comandantes Córdoba y Maza, es de primera importancia conservar las ventajas obtenidas allí y sostener aquellas columnas, de preferencia a todo.
3° Que como para lograr esto es absolutamente necesario libertar la Provincia de Santa Marta, convierta US. sus operaciones sobre ella buscando al ejército del Coronel Lima, batiéndolo y ocupando la capital de la Provincia, siempre que la división del mando de US. sea bastante para todo esto sin comprometer su suerte.
4° Que si para obtener estos sucesos o asegurar sus operaciones necesitase US. reunirse al señor Coronel Montilla, lo haga US. del modo que él le indique, con presencia de las circunstancias, de que le instruirá US. por su parte.
5° Que si no fuese absoluta e indispensablemente necesaria su reunión con el Coronel Montilla y bastante sólo su cooperación para obtener el mismo resultado, se ponga US. de acuerdo con él y combinen las operaciones que deben ejecutar. En todos casos se tendrá presente que no debe emprenderse nada que no sea seguro y no exponerse nunca a sufrir un revés.
6° Que está US. autorizado para esta campaña, con las mismas facultades que se le confirieron para la otra, es decir, en libertad de obrar del modo más conveniente, conforme a las circunstancias.
Lo comunico a US. para su inteligencia y cumplimiento; advirtiéndole que el señor Coronel Montilla está instruido por mí de estas disposiciones.
Dios guarde, etc.
Rosario, julio 10 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 265-267.
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