Soatá [1], febrero 14 de 1821, 11º
Al Señor Coronel Mariano Montilla.
Por un parte que acaba de recibir S.E. el Libertador del señor Comandante en Jefe de La Guardia, se sabe que la ciudad de Maracaibo se sublevó contra el Gobierno Español el 29 de enero, proclamó su libertad e independencia y se incorporó a la República reclamando [su protec] [2] y acogiéndose a la protección del Gobierno y de nuestras armas. Aunque esta insurrección se ejecutó con un orden y moderación admirables, y aunque fue conducida, según parece, por las mismas autoridades del país, temiendo ellas la anarquía del pueblo, y éste el furor de los españoles, imploraron con las más encarecidas instancias, y de un modo alarmante la protección y auxilios del Teniente Coronel José Heras [3], que ocupaba a Gibraltar con el batallón de su mando. El Comandante Heras, arrebatado de su entusiasmo por la libertad y deseando evitar el cúmulo de horrores a que los [españoles] [4] comisionados de la ciudad cerca de él la representaron expuesta, marchó sobre ella y la ocupó el 29 sin aguardar la resolución del señor Comandante en Jefe de La Guardia. Como la [marcha] [5] operación del Comandante Heras, [para asegurar] [6] tomando a Maracaibo bajo la protección de nuestras armas, nos ha comprometido a un rompimiento que es probable empiece entre él y las tropas enemigas que ocupan a Río Hacha, me manda S.E. instruya a V.S. de este suceso, y le ordene.
1° Que se prepare V.S. y tome todas las medidas para abrir las hostilidades si llegaren a romperse como es probable; pues aunque S.E. está decidido a satisfacer al Gobierno Español los reclamos que intente por este inesperado accidente, es de temer que insista en caracterizarlo de infracción del armisticio y que volvamos a la guerra.
2º Que como es casi seguro que las tropas salidas en enero de Maracaibo para situarse sobre el Hacha a observar a V.S., intenten recuperarla, y sea éste el primer acto hostil que se corneta, debe V.S. examinar y velar muy cuidadosamente aquella columna, buscarla, perseguirla vivamente y atacarla por la espalda o del modo que se pueda, si se moviere ella sobre Maracaibo o se rompieren las hostilidades por este u otro motivo. Mientras aquella columna no sea batida y destruida, Maracaibo no tiene seguridad, y S.E. desea prestársela a todo trance para ponerla a cubierto contra las venganzas del enemigo, y para asegurar la posesión en que estamos de ella y que nos da una importancia y superioridad incontestable sobre el enemigo.
3º Que la columna del señor Coronel Carreño, es decir, la que estaba destinada para obrar sobre Maracaibo, llegado que fuese el caso, sea la que se encargue de ejecutar la operación prevenida en el artículo precedente, conformándose, después que entre a Maracaibo, a las órdenes e instrucciones que debe haber comunicado al Jefe de ella o a V.S. el señor Comandante en Jefe de La Guardia, mientras no reciba otras.
4º Que de la recluta que se ha mandado levantar a V.S. y entregar al señor Coronel Manuel Manrique, envíe V.S. a las órdenes de este Jefe 800 hombres a Maracaibo. Esta expedición [deberá] [7] irá por mar y estará en Maracaibo a fines de marzo, lo más tarde. Debe, pues, V.S. activar cuanto sea posible su apresto y salida. Si el señor Coronel Manrique hubiese marchado ya con la recluta que fue a buscar, nombrará V.S. el Jefe que debe mandar la expedición que se hará de todos modos con la urgencia y brevedad que he dicho, empleando V.S. en su transporte los buques de guerra y mercantes que se necesiten.
5º Que esta expedición de reclutas venga armada y equipada del modo posible, para lo cual se harán los mayores esfuerzos, sin que por esto se detenga un momento su salida; pues es de primera importancia que llegue a Maracaibo en todo el mes de marzo.
Le comunico a V.S. de orden S.E. para su inteligencia y cumplimiento.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MENDEZ.
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, 67 vto. y 68.