Rosario, julio 1° de 1820.
Al Excmo. Señor Vicepresidente de Cundinamarca.
Se han recibido partes del señor coronel Lara hasta 20 del pasado junio, desde Tamalameque. El coronel Carmena se le había reunido allí con su columna habiendo evacuado a Chiriguaná el 16 a consecuencia de haberse acercado a él una división enemiga de 1.000 hombres entre infantería y caballería.
Según dice el coronel Carmona, esta división son los restos reunidos del ejército español derrotado en Riohacha. El coronel Lara seguirá en busca del enemigo, y esperaba escontrarlo y batirlo el 25.
El comandante Maza estaba el 22 en Tamalameque y avisa que el 25 iba a atacar El Banco, a tiempo que el comandante Córdoba atacaba a Mompós. Las fuerzas de éste ocupaban a Magangué [1] y tenía una columna avanzada en las sabanas.
El capitán de guerrillas de estos valles, Araque, salió el 24 del pasado con una partida de fusileros en cuatro piraguas, a hacer una incursión en La Laguna, si era posible y averiguar las fuerzas y posiciones del enemigo. Esta expedición tuvo mal suceso, porque Araque, no habiendo tomado ninguna precaución para asegurarse contra una sorpresa, dio de repente sobre un apostadero que tenía el enemigo en la boca del río de La Grita. Según parece, no hizo esfuerzo por obtener la ventaja, y se conformó con echar a tierra en desorden la tropa y dejar las canoas a merced del enemigo.
No sabemos qué pérdida haya tenido, pero no puede ser considerable. Se va a repetir la operación con más fuerzas y a las órdenes de un jefe que tome más interés. Esta nueva tentativa producirá el efecto, por lo menos, de desalojar al enemigo de la boca de La Grita.
Nuestros espías de Bailadores y tres pasados que han llegado ayer, aseguran la derrota sufrida en Rioacha por los españoles, y añaden que Latorre tendrá que marchar para Valencia o para Maracaibo, porque de ambas partes lo llaman.
Es indudable que se tramaba en Valencia una conjuración contra Morillo. El objeto positivo de ella no se sabe, pero debía empezar por asesinar a Morillo, y esta operación estaba encargada al regimiento de Guías que es el que lo escolta en sus visitas y recorridas a la línea. El coronel Escuté, era, si no el jefe, uno de los principales conjurados. El, el alcalde primero de Valencia y 300 personas de carácter, han sido decapitados a consecuencia de haberse descubierto el plan; se dice que el comercio de Caracas, Puerto Cabello y Valencia, y una gran parte de los magistrados y militares estaban comprendidos.
Dios guarde a V.E. muchos años.
El ministro,
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. "Correspondencia dirigida al General Santander", volumen III, págs. 216-217.
RSS 2.0