Al Excmo. señor Vicepresidente de Venezuela.
Por duplicado he dirigido a V.E., con fecha de 9 del corriente, una comunicación acerca de la expedición que S.E. el Libertador quiere se ejecute por la costa de La Guaira, en combinación con este ejército. Las ventajas que se han alcanzado últimamente por todos nuestros cuerpos de operaciones, y la necesidad de sostener y cooperar a las que van a ejecutar otros, hacen acelerar la apertura de la campaña, y V.E. debe estar instruido de ello, para que active también sus medidas sobre la formación y apresto de aquella expedición. Probablemente no pasará un mes sin que reciba V.E. la orden para que se emprenda la operación, que es de primera importancia para sacar el mayor fruto posible de las ventajas que obtengamos en el Occidente.
Además de la expedición marítima que debe mandar el señor General Bermúdez, si es posible, quiere S.E. que el señor General Cedeño, con el resto de las fuerzas que haya en el Oriente, o por lo menos con la división que manda, haga por la parte oriental de Caracas una diversión al enemigo, invadiendo todo el país que pueda ocupar sin exponerse a un mal suceso, bien sea por los Llanos de Calabozo, bien por Orituco y sabana de Ocumare.
Como estas operaciones pueden ejecutarse con doble seguridad y confianza, si no quedan enemigos en la Provincia de Barcelona y particularmente si se destruye el cuerpo de Arana, S.E. recomienda que mientras llega el caso de emprender el movimiento general, se ocupe V.E. de esto, dando las órdenes e instrucciones que juzgue necesarias al intento. Según avisa el señor General Cedeño, en oficio de 20 de abril, el señor General Bermúdez pensaba hacer esta operación, y si V.E. a su llegada ha instado para que no se desista de ella, es de esperar que se haya logrado un suceso completo.
Dios, etc.
Rosario, junio 27 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 246-247.
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