REPÚBLICA DE COLOMBIA.
Secretaría General.
Cuartel General en Guayaquil, a 15 de julio de 1822, 12º.
Al Señor Ministro de Estado y Relaciones Exteriores de Chile.
Señor Ministro:
El 11 tuvo S.E. el Libertador Presidente la satisfacción de entrar en esta ciudad. El pueblo inmenso que concurrió manifestó un gran júbilo, vitoreando a Colombia y a su Libertador. S.E., que nada odia más que la opresión, manifestó desde luego a la Junta de esta ciudad que estaba pronto a oír el voto de Guayaquil en la próxima convocatoria del 28 de este mes, y que su venida a Guayaquil sólo tenía por objeto, como antes lo había manifestado, el terminar los negocios de este pueblo con la República. Gustoso esperaba S.E. que corriera este período para ver la expresión de los guayaquileños, pero el 12 y su noche se asomaron indicios de conmociones populares, y el 13 ya se manifestaron más claramente los deseos de casi todo el pueblo de esta ciudad. Más de trescientas y treinta personas de la clase de propietarios, comerciantes y empleados civiles y militares, dirigieron a este Cabildo una representación pidiendo su incorporación a la República de Colombia como el voto unánime de la ciudad de Guayaquil. La representación fue seguida, y por decirlo así, ratificada por un inmenso pueblo, que mientras que el Procurador General hacía su exposición al Cabildo, él manifestaba a gritos de un modo solemne su voluntad de adherirse a la República, paseando por las calles el Pabellón de Colombia, bajo el cual querían vivir y protestaban defender.
Algunos pocos partidarios de la independencia absoluta de esta Provincia manifestaron también públicamente su voluntad tremolando el Pabellón de Guayaquil.
V.E. sabe cuáles son las consecuencias de estas reuniones populares, y la exaltación a que llegan los espíritus movidos por pasiones diferentes; así fue que lo que al principio no era más que alborozo y alegría en que manifestaba cada uno su opinión, se fue cambiando en personalidades que amenazaban un rompimiento entre los dos partidos, que habría sido bien funesto. En este conflicto, y rogado S.E. el Libertador casi por la generalidad del pueblo de esta ciudad y por los pueblos de esta Provincia por donde S.E. había transitado, de que acogiese a Guayaquil bajo la protección de Colombia, S.E. se sirvió interponer su poderosa mediación acogiendo al pueblo de Guayaquil bajo el escudo de las armas de Colombia, encargándose S.E. del mando político y militar de esta Provincia; pero sin que esta protección coarte, altere ni limite en modo alguno la libertad en que queda el pueblo de Guayaquil de emitir francamente su voto en la próxima convocatoria de su representación, porque S.E. desea que todos los pueblos de Colombia tengan un mismo amor y sobre todo una voluntad uniforme, por las sabias leyes de nuestra Constitución.
Acepte V.S. los sentimientos con que soy de V.S. el más atento servidor.
J. G. PÉREZ.
* De un impreso moderno. "Relaciones Diplomáticas de Bolívar con Chile y Buenos Aires", (V. Lecuna), tomo II, págs. 276-278.
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