Bogotá, 10 de enero de 1821, llº
Al Excelentísimo Señor Presidente [1] y Vocales [2] de la Junta Gubernativa de Guayaquil.
Con transportes de satisfacción y placer ha sabido el Gobierno y pueblo de Colombia la feliz transformación política de esa Provincia, y los generosos esfuerzos con que V.E. intentó redimir del ignominioso yugo español a nuestros desgraciados hermanos de Quito [3]. Tan faustos y plausibles sucesos me animan a dirigir cerca de V.E. al señor General de Brigada José Mires, encargado de felicitar a V.E. y a los pueblos que han seguido el noble y heroico ejemplo de Guayaquil [4] y de presentar los testimonios más puros de la consagración de Colombia a su grande causa. Me atrevo a esperar que V.E. aceptará las expresiones de admiración que el General Mires tendrá el honor de hacer a V.E. en nombre mío y de la República que presido, [recomendar a V.E. la misión] [5] Al confiar al señor General Mires la misión de que va encargado, he creído conveniente [en la defensa de esa plaza] [6] ordenarle que conduzca los elementos militares necesarios no sólo para la defensa de esa plaza, sino para proteger los esfuerzos de Cuenca [7] y marchar hacia Quito. El conoce perfectamente la situación y planes del ejército de Colombia que lleva el mismo objeto, merece una plena confianza por su valor y audacia, por sus talentos militares y virtudes cívicas. Yo no dudo, pues, recomendarlo a V.E. para que se le emplee en la formación, organización y mando de una División que coopere por esa parte con el ejército de Colombia a la libertad de Quito y a la conservación [y tranquilidad] [8] y seguridad de las Provincias ya libres.
Protesto a V.E. [que el señor mi] [9] mi respeto a los derechos y libertades de ese virtuoso pueblo; mis ardientes deseos de precaver su exterminio si volviere a caer bajo el poder español, y de facilitar la libertad de Quito y demás Provincias limítrofes, son los únicos objetos que me ocupan en este momento, [ha podido solucionar a desprender del ejército de Colombia al señor General Mires] [10] No satisfecho con las precauciones y auxilios que anuncio antes a V.E. parto yo mismo sobre esa Provincia con un ejército capaz de emprender y ejecutar operaciones de todo género, y muy pronto me prometo renovar más de cerca el placer de testificar a V.E. y al célebre pueblo de Guayaquil mi entera devoción a sus intereses y mi aprecio por sus patrióticos esfuerzos.
Dios guarde a V.E. muchos años.
[BOLÍVAR]
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII —parte primera— fº 15 y vto.
El original se conserva en Latin American Mss. Fxruador Manuscripts Department, Lilly Library Indiana University, Bloomington, Indiana.
Por error de impresión este documento aparece en "Memorias de O’Lcary" Documentos. Vol. XVIII, p. 18, corno de 1º de enero de 1821. Ver fe de erratas al final del Vol. XVIII.
El Libertador acaba de firmar los tratados de Armisticio y Regularizacion de la Guerra. Después de la entrevista de Santa Ana regresó a Trujillo y de allí se dirigió a la capital por la vía Boconó, Tostós, Niquitao, Las Mesitas, Calderas, Barinitas, Barinas, San Cristóbal, Valles de Cúcuta, Pamplona, Tunja, Bogotá donde entró el 5 de enero de 1821. (Ver enero 15 y l6).
Notas
[1] Presidente de la Junta Gubernativa de Guayaquil. José Joaquín de Olmedo.
José Joaquín de Olmedo.
Vida. Nació en Guayaquil (Ecuador) el 19 de marzo de 1780. Estudió en Quito. En 1794 se encuentra en Lima donde ingresa al Colegio San Carlos, después pasó a la Universidad de San Marcos, se graduó de abogado en 1805.
El 6 de julio de 1810 sale para España como secretario del Obispo de Huamanga quien había sido designado miembro de la Junta Central de Sevilla, pero en Méjico supieron de la disolución de la Junta por los franceses; entonces regresan a Guayaquil.
En enero de 1811 sale para Cádiz y se incorpora el 2 de octubre al Cuerpo Constituyente. Su actuación en ese cuerpo deliberante fue de relieve, se cita en forma especial el discurso en que pedía la abolición de las "mitas" que era un medio de explotación del indio americano; fue de los que firmaron el decreto que pedía a Fernando Vil firmara la constitución para transformar la monarquía de absoluta en constitucional. Vuelto al poder el monarca español, tuvo Olmedo que esconderse en Madrid hasta que pudo salir para América en 1815. En diciembre de 1816 está de nuevo en Guayaquil y se dedica al cultivo de las letras; así traduce el "Ensayo sobre el hombre" de Alejandro Pope.
El 9 de octubre de 1820 estalla la revolución de independencia en Guayaquil. Olmedo es designado Jefe Político de su ciudad natal "por voluntad del pueblo y las tropas", entonces redacta la primera constitución para la nueva República; al poco tiempo se eligió un triunvirato del que fue nombrado Olmedo presidente. Olmedo fue un autonomista en cuanto al destino de la provincia de Guayaquil.
El 11 de julio de 1822 llegó Bolívar a Guayaquil. Entre las miembros de la Junta y Bolívar hubo una agria desavenencia que motivó el retiro de los triunviros del acto público en que se recibió al Libertador. El 13 de julio, Bolívar proclama a Guayaquil bajo la protección de las armas de Colombia y disuelta la Junta.
El 23 de julio sale Olmedo para Lima. En el puerto de Puna esperó a San Martín, quien regresaba de Guayaquil después de la célebre entrevista y con él llegó a la ciudad virreynal. Olmedo redactó la constitución peruana de 1822.
San Martín se retira a Chile, el constituyente peruano llama a Bolívar tres veces para que se encargue de dirigir los destinos del Perú. El último llamado al Libertador se le hace el 14 de mayo de 1823 y fueron designados Olmedo y don José Faustino Sánchez Carrión para que presentasen al Libertador la petición a objeto de que fuera al Perú a dirigir la guerra contra los españoles.
Bolívar y Olmedo se reconcilian. Lo que antes fue transitoria desavenencia ahora se torna amistad perdurable. El 7 de agosto sale Bolívar para el Peru por el puerto de Guayaquil. Olmedo parece haberse quedado en su ciudad natal, hasta donde llega la noticia de la victoria de Junín. Ante este triunfo,
Olmedo concibe un extenso canto para exaltar al Libertador y a los héroes que combatieron en Junin, y en enero de 1825 sabe que Sucre ha triunfado en Ayacucho; entonces amplía el plan primerizo del poema para de esta manera cantar a un mismo tiempo a ambos héroes y ambas victorias y que al propio tiempo será el más fuerte pilar de la dilatada fama del poeta guayaquileño, ya que su nombre vivirá fundido al de los héroes a quienes él cantó en su poema.
En marzo de 1825 fue designado por el gobierno peruano Ministro Plenipotenciario ante los gobiernos de Gran Bretaña y Francia. En Londres conoce a Bello por la época en que éste publica "El Repertorio Americano" y el propio Olmedo edita su "Canto a Junín".
Para 1828 está de regreso. En Valparaíso sabe la noticia de la muerte de su hija primogénita, así como de la anarquía reinante en los países liberdos por Bolívar. El Libertador le ofrece el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, pero Olmedo no acepta el cargo y se retira a la vida privada. Separado el Estado del Sur de Colombia de la Gran Colombia en mayo de 1830, Olmedo redacta el proyecto de Constitución por la cual se había de regir la nueva república. El Congreso lo eligió vicepresidente, distinción ésta que no aceptó. Después de corta figuración política (Gobernador de Guayas, comisionado para el asunto de límites con Colombia), se retiró a la vida privada. Las disidencias políticas llevan al Ecuador a la guerra civil. Juan José Flores triunfa sobre los revolucionarios en la batalla de Miñarica (1835). Esta es la segunda gran composición de Olmedo inspirada también en una batalla, por eso se le ha llamado el "poeta de la guerra" en contraposición a Bello, a quien se ha dado el epíteto de "poeta de la paz". Sin embargo, Olmedo celebra el triunfo; pero en carta particular a Flores condena la guerra civil y pide que se eviten en lo futuro las luchas fratricidas.
En 1835 preside la Asamblea Constituyente de Ambato. Muchos hombres de relieve le propusieron aceptar su postulación a la presidencia de la República, pero rehusó, firme, las ofertas que se le hacían y se retira por diez años a la vida privada.
En 1845, derrotado Flores, es miembro del Triunvirato que se encarga del poder.
Postulado para la presidencia de la República, sólo un voto le hizo perder la elección. En 1846, el presidente don Vicente Ramón Roca lo comisiona para que vaya a Lima a objeto de reclamar del Gobierno peruano los restos del Mariscal La Mar. Regresó a Guayaquil y muere el 19 de febrero de 1847.
La obra. Olmedo fue un poeta circunstancial hasta que las dos batallas de Junín y Ayacucho hieren profundamente su sensibilidad de patriota y escribe su "Canto a Bolívar". Después de este poema se puede mencionar su canto a "la batalla de Miñarica". Los demás poemas están inspirados en temas de la vida cotidiana: el amor a la esposa, al hogar, a los hijos, la vida social, etc.
[2] Vocales de la Junta Gubernativa de Guayaquil. Rafael María Ximena
y Vicente Ramón Roca. Véase el Vol. II.
[3] Departamento de Quito, uno de los tres Departamentos de que se componía la República de Colombia, según la Ley Fundamental promulgada en Angostura el 17 de diciembre de 1819- (Art. 59)
[4] Guayaquil, principal puerto del Ecuador. Véanse los Vols. I, II, VII, VIII, IX, XII.
[5] Testado [recomendar a V.E. la misión].
[6] Testado [en la defensa de esa plaza].
[7] Cuenca, capital de la Provincia del Azuay, a unos 300 kms., al sur de Quito. Véanse los Vols. I, II, VII, VIII.
[8] Testado [tranquilidad].
[9] Testado [que el señor mi].
[10] Testado [ha podido solucionar a desprender del ejército de Colombia al Señor General Mires].
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