Bogotá, 10 de enero de 1821.
Al señor Vicente Rocafuerte [1]. Mi querido Rocafuerte:
Por fin tengo el gusto de escribir a Vd. ¿Se acordará Vd. que soy un antiguo amigo? Siempre me he acordado, y me acordaré que Vd. lo es mío, y que no puede dejar de serlo; pues ¿por qué no me ha escrito Vd.? Vd. debía ser patriota, honrado, y el hombre de la naturaleza, como yo lo he llamado. ¿Por qué es Vd. ingrato?
Estoy en marcha para Quito y Guayaquil. El general Valdés me precede con la vanguardia del ejército del Sur, y el general Sucre [2] lo seguirá de cerca. Mando al general Mires a Guayaquil con auxilios a esa patriótica provincia: este general es el más valiente y el más honrado, sigue nuestras armas desde el principio y es uno de mis más antiguos compañeros. Recomiendo a Vd. mucho que lo atienda personalmente, y que haga que ese gobierno le dé un cuerpo de tropas a mandarlas, para que concurra a las operaciones de Colombia.
Por acá estamos divinamente. Todo marcha bajo la protección de la victoria, y la paz comienza a sonreímos. Morillo [3] mismo se ha declarado mi amigo, y ha marchado a España a solicitarnos nuevos amigos. El general La Torre, que ha quedado, está casado con una parienta mía, y también es mi amigo; de modo que el ejército expedicionario parece que tiene deseos de incorporarse al libertador, y prefiere una joven y bella patria a una vieja y caduca.
Pronto, querido Rocafuerte, nos veremos; ese es uno de los días que deseo; y acompañado de los accidentes felices que pueden rodearlo, quizás ninguno me será más agradable.
Adiós.
BOLÍVAR
P.D. No le pongo sus títulos porque no sé cuáles son, y con el Don estamos peleados.
* De una copia del original realizada por Pérez y Soto. Obras Completas de Bolívar. Vol. I, p. 523.