Al Comandante General de la Guardia.
Incluyo a US. un oficio del señor Coronel Plaza [1]. S.E. lo abrió para imponerse de él, y además examinó al muchacho pasado. Este declara: que después de haber marchado González para Maracaibo, con la columna de Cazadores y alguna gente colecticia de Mérida y Trujillo, vino La Torre hasta La Grita con los batallones de Barinas y Navarra: que no sabe la fuerza de éstos; pero asegura que formado el primero en batalla a dos en fondo y el segundo a cuatro, ocupan toda la plaza de la Grita, estrechándose cuanto es posible. Que el objeto de La Torre en su marcha a La Grita, fue atacar nuestras posiciones, y que la llegada de US. con la segunda brigada fue causa de que no lo verificase.
De todo lo que dice este pasado se deduce:
1° Que las fuerzas de La Torre no son tan despreciables como se ha creído.
2° Que el servicio de espionaje no se hace con la exactitud debida.
3° Que no ha habido toda la vigilancia necesaria en el servicio de la línea; cuando el enemigo con todo su ejército se ha acercado hasta La Grita [2], ha permanecido tres o cuatro días allí, se ha retirado al fin y nada se ha sabido en el ejército hasta hoy, por qué quiso pasarse este muchacho.
En consecuencia de todo, dispone S.E.:
1° Que tome US. las más eficaces medidas para saber oportunamente los movimientos del enemigo, estableciendo el espionaje de modo que tenga efecto, y celando que se haga el servicio de la línea con la mayor vigilancia para evitar una sorpresa.
ESCRITOS DEL LIBERTADOR
2° Que haga US. cumplir la orden que el mes anterior se comunicó al señor Coronel Plaza, para que publicase un bando en el territorio comprendido desde el último punto que ocupa el ejército, hasta La Grita inclusive, imponiendo pena de muerte a los que supieron cualquier movimiento del enemigo y no lo denunciaran al Jefe del ejército o Comandantes avanzados.
3° Que habiendo incurrido en la pena del bando todos los habitantes de La Grita, si ha sido publicado como se supone, envíe US. un destacamento fuerte de dos compañías, para que vaya a ejecutar aquella disposición, castigando de muerte a cuantos hombres encuentre y trayendo en prisión con seguridad al cura, a las mujeres y familias hasta ese cuartel.
4° Que si no se ha publicado aquel bando, se publique inmediatamente, haciéndolo cumplir rigurosamente. Siendo el país tan afecto al partido enemigo, es este el único medio de asegurarse contra una sorpresa.
5° Que comunique US. instrucciones bien detalladas al Comandante que lleve el destacamento, para que tenga el mejor efecto.
Lo comunico a US. para su cumplimiento, de orden de S.E. Dios, etc.
Rosario, junio 17 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 225-226.
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