Maracaibo, 16 de diciembre de 1826.
AL SEÑOR CORONEL FERNANDO FlGUEREDO.
Mi estimado Coronel:
Tengo el gusto de participar a Vd. que ayer he llegado a esta ciudad, y que mañana parto por los Puertos de Altagracia para seguir a Valencia con un cuerpo de tropas que pasarán por el territorio de Vd. Para ellas tendrá Vd. preparadas raciones y alojamientos en los términos siguientes: 2.000 hombres marcharán de Barquisimeto a San Carlos: un escuadrón de caballería y la oficialidad necesitará de bagajes y forraje. Por San Felipe irán 800 hombres, todos se reunirán en las cercanías de San Carlos, donde Vd. hará cuanto dependa de su poder para auxiliar estos cuerpos a principios de enero próximo. El coronel Torrellas tiene la misma orden con respecto al territorio de su mando.
Mi querido coronel, siempre he contado con los servicios de Vd. para todo cuanto dependa del servicio de su patria y la libertad; del ejército están pendientes los destinos de Venezuela, y de la guerra civil van a nacer todos los males. No quedará un viviente quizás si los pocos buenos que quedamos nos dividimos por dar gusto a cuatro picaros ambiciosos. Yo no pretendo nada para mi, pero mi deber me obliga a poner el pueblo en libertad de obrar conforme a su conciencia. La convención general hará lo que tenga por conveniente, como Vd. verá por mi proclama, que incluyo para que Vd. la reparta.
Crea Vd., coronel, que nos lleva el Diablo si no tenemos juicio. ¡Los godos serán los menos crueles!
Soy de Vd. de corazón.
BOLIVAR
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