Cuartel General de Angostura, 16 de septiembre de 1817. 7°. Al General de Brigada José Antonio Páez.
Tengo el honor [1] de acusar a VS. el recibo de su oficio [2] de 31 de julio último y declaración de la misma fecha que VS. dirigía a la Asamblea que [3] se tituló Congreso de Venezuela [4].
Ambos, señor General [5], expresan bien el carácter de VS. [6]. Nobleza de sentimientos, generosidad, energía, patriotismo, todo brilla en [7] estas contestaciones. Así es que VS. a la vez se hace [8] acreedor a la consideración del Gobierno, y al reconocimiento de sus conciudadanos [9], por sus virtudes, por sus servicios, por su constante adhesión [10] a la autoridad constituida y por su pronta obediencia en ejecutar sus [11] órdenes.
Después [12] de la ocupación de las Guayanas vieja y nueva, nuestros negocios han tomado un aspecto aún más favorable. La posesión de esta importante Provincia, nos ha dado una gran reputación, y ha aumentado extraordinariamente nuestra opinión entre los extranjeros, principalmente entre los ingleses, señores de las islas vecinas a este continente. Apenas [13] han sabido éstos el triunfo de nuestras armas, cuando se han presentado con [14] sus buques cargados de mercancías y efectos de todas clases. Varios negociantes de la misma nación [15] han venido a celebrar con el Gobierno contratas de fusiles, pólvora, plomo, vesttiarios y toda especie de artículos de guerra, a cambio de las producciones de nuestro país, y ya se han celebrado algunas. Así es que estamos seguros de tener de sobra cuantos elementos necesitamos, y [16] de ser favorecidos poderosamente por sus más ricos negociantes, que son siempre los medios de que se vale el Gobierno inglés para dispensar ocultamente su protección cuando aún no es tiempo de darla públicamente. Los que han venido a tratar conmigo me han dado mil lisonjeras esperanzas, y me han hecho ofertas considerables. La facilidad, pues, de la conducción de las colonias a esta ciudad por el río, de cuanto necesitemos [17], aseguran nuestros sucesos futuros y nos [18] hacen ver como cierta la absoluta independencia de Venezuela.
Nuestra escuadra, que persiguió a la enemiga hasta la altura del Tabago [19], ha entrado ya en [20] este puerto [21] con las [22] presas que hizo a aquélla. De [23] más de cuarenta buques mayores y menores de que se componía la española, sólo se han salvado [24] cinco que han ido a ocultar su oprobio y cobardía a las islas extranjeras [25], cayendo todos los demás [26] en nuestro poder, con más de 1.000 prisioneros a su bordo, españoles y criollos de esta Provincia. De manera que cuanto existía en ella es nuestro, sin que el [27] Jefe español haya podido [28] aprovechar ni las reliquias que embarcó [29] precipitadamente en su fuga. Este golpe decisivo sobre la marina enemiga nos da una preponderancia eterna, y fija irrevocablemente el destino de Guayana, Barinas y aun de la Nueva Granada. Orinoco será siempre nuestro, y nada podrá obstruir este canal por donde recibiremos de fuera y [30] trasladaremos a lo interior [31], elementos para hacer la guerra, mientras [32] los españoles no abandonen el [33] injusto proyecto de someternos.
La heroica isla de Margarita acaba de obtener nuevos triunfos y de cubrirse de una gloria inmortal. El inepto Morillo creyó someterla, calculándola sin defensores, exhausta de pertrechos, y sobre todo, confiado en la superioridad de sus fuerzas [34]. Juró exterminarla y convertirla en cenizas, si no se rendía. Pero sus amenazas fueron frustradas y el tirano, después de perdida la mayor parte de sus fuerzas, tuvo que abandonarla precipitada y vergonzosamente, dejando [35] en ella vestidos, fusiles, pertrechos, artillería [36], 1.200 de los soldados con que la invadió. Los boletines que incluyo a VS. detallan tan memorables jornadas [37].
He aprobado el plan de operaciones que VS. ha adoptado para entrar por el Occidente a las inmediaciones de Caracas, tomando de paso la Provincia de Barinas y todo el Occidente. Estoy persuadido que VS. habrá obtenido ya muchos triunfos, y que sus tropas se habrán aumentado con los prisioneros y con los patriotas dispersos. Si la victoria ha coronado las empresas de VS., el momento es muy precioso para acercarse a los Llanos de Calabozo [38], donde encontrará VS. al señor General Bermúdez, a la cabeza de tres o cuatro mil hombres de tropas aguerridas y veteranas. Este General, dentro de ocho días, habrá pasado el Orinoco, y con la mayor rapidez va a obrar en los Llanos de Calabozo, pasando por Calabozo [39] pasando por Chaguaramas [40] donde se le incorporará la Brigada del señor General Zaraza [41], fuerte de más de 2.000 hombres. Quince días después, el resto de mi ejército marchará en dos Divisiones; la una, embarcada, irá a tomar a San Fernando [42], y la otra, por tierra, irá a reunirse con la del General Bermúdez. Dé VS. órdenes para que las tropas del Bajo-Apure reunidas todas, y dos o tres mil caballos y muías mansas se acerquen a San Fernando, a obrar con la mayor actividad, de acuerdo con nuestra expedición sobre aquella plaza. Para esto se tomarán cuantas medidas sean necesarias, a fin de que se tenga la mayor vigilancia en el río y a las inmediaciones de San Fernando para que no falle la combinación de nuestras operaciones. El Comandante de la línea debe ponerse de acuerdo con el Jefe de nuestra expedición, y si fuere menos antiguo o de menor graduación, deberá obedecerle, para que no haya discordancia, ni mala inteligencia.
Inmediatamente dispondrá VS. que vengan aquí dos mil muías, para comprar armas y pertrechos para la actual campaña. Son de la mayor urgencia y deberán venir al cargo de hombres de confianza, celo y actividad que no las pierdan ni defrauden.
Por los boletines que incluyo, se impondrá VS. sobre los sucesos de nuestras armas. Las noticias extranjeras son tan favorables que nada nos dejan que desear; de suerte que teniendo fondos no faltarán armas ni pertrechos, y si tenemos buena conducta, seremos reconocidos por las naciones extranjeras, y aun quizá [tendremos] [43] apoyo de las mismas.
Recomiendo a VS. la más grande celeridad en sus operaciones, dejando aparte los puntos fortificados, y volando a retiñir -se con el señor General Bermúdez, que es el objeto principal que por ahora encargo a VS.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fols. 111-113. La primera mitad del documento está escrita de letra de José Gabriel Pérez y la segunda mitad de mano de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del doc. N° 1971. Sobre el destinatario, véase la nota principal del doc. N°1768.