Guayaquil, 20 de Agosto de 1829.
AL EXMO. SEÑOR GENERAL EN JEFE RAFAEL URDANETA, ETC., ETC.
Mí Querido General:
Por el correo de ayer he recibido juntas las dos apreciables de Vd del 9 y el 15 de julio, incluyéndome en la primera la del General Soublette que le devuelvo, y en la segunda una de Córdoba que también le regreso. De éstas como de las más que Vd. me ha incluido y del contenido de las suyas quedo bien impuesto.
Me alegro infinito de lo que Vd. me dice de la escuadra y de los electores, que por todas partes van saliendo buenos.
Ya voy restableciendo de la enfermedad que sufrí ahora días; pero como he quedado muy débil y nos debemos mezquinar un poco a los trabajos, porque no estamos ya para gracias, pienso irme por San Buenaventura para Bogotá cuando sea tiempo para ahorrar camino y el insalubre clima de Patía.
El 17 regresó Demarquet de Lima. Él le escribirá particularmente a Vd. dándole razón del Estado Militar del Perú, y al Señor Vergara del Político. Me aseguran que hay mucha opinión por mí en aquel país, y que Gamarra será presidente y no será muy enemigo. Por las copias de cartas de éste, de La Fuente y otros amigos, que le incluyo igualmente, lo conocerá Vd. bien. Le remito también las dos últimas Gacetas que tenemos de Lima. No van ya las de esos otros amigos que le digo, porque no hay tiempo para copiarlas y las de los Generales dan bastante idea de cómo está aquello con respecto a nosotros. El Señor Gual también ha llegado y estamos esperando los Ministros del Perú que no han venido con Demarquet, porque no se había podido reunir el Congreso por falta de tres o cuatro representantes, que debe dar la base y confirmar el nombramiento. Tenemos, sin embargo, por casi seguro que vendrá el Señor Larrea, un grande y constante amigo nuestro en aquel país. Todo va bien por acá. Sólo sí, ya no sabemos cómo hacer para sostener este ejército constante de más de 9.000 hombres, sin un real y en unos departamentos tan asolados como éstos y cuyas rentas presentes y futuras se han empeñado para poderle formar.
Saludo con todo mi afecto a su familia, y quedo como siempre de Vd., Mi Querido General, su amigo de corazón.
BOLÍVAR.
(*)En el copiador se halla la siguiente minuta de esta carta:
Guayaquil, 20 de agosto de 1829. Al general Urdaneta:
Que le manda unas cartas del Perú—que se alegra de lo que le dice de la Escuadra y de los electores que van saliendo buenos de todas partes y que se va restableciendo de su enfermedad y como ha quedado muy débil piensa irse por San Buenaventura por ahorrar camino. —Demarquet le escribirá particularmente dándole razón del Estado Militar del Perú y al Señor Vergara del Estado Político. Que hay mucha opinión por mí: que Gamarra será presidente y no será muy enemigo. Que este ejército pasa de 9.000 hombres y no hay un real porque estos departamentos están asolados y para formarlo han empeñado todas las rentas presentes y futuras.
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