QUITO 4 DE OCTUBRE DE 1826.
Exmo. Señor Presidente del Consejo de Gobierno Don Andrés de Santa Cruz.
Mi Querido General:
El 28 del pasado llegué a esta ciudad después de haber recibido en todo el trascurso las más sinceras demostraciones de amor con qué me honran los pueblos. Todos han mostrado una impaciencia por verme, que, a la verdad, no me pesa haber acudido a sus fuegos, ya que aun puedo servirles en beneficio de todos. En estos departamentos he encontrado un gran conato hacia la constitución boliviana y todas las provincias la han pedido por medio de sus actas nombrándome, al mismo tiempo, dictador: cargo que no he aceptado. En estos países del Sur al parecer todo está bajo el pie .más brillante, sobre todo en punto de legislación, porque leyes no faltan, pero el sistema de hacienda es, lo más débil e improductivo que se puede dar. Esta falta ha causado un descontento universal contra el congreso que, lejos de dictar mejoras, no ha hecho sino empeorar la situación del estado disminuyendo las rentas y aumentando los empleados. Así, pues, mis principales miras, por ahora, es tratar de mejorar nuestro sistema de hacienda, .y con este objeto y otros de no menos importancia, dejo, en estos departamentos a Pérez asociado a otros individuos de talento y probidad, a fin de que penetren la verdadera situación del país.
Informado yo de todo lo que deseo saber por medio de estas comisiones, me será entonces fácil dictar desde Bogotá aquéllas medidas necesarias a la prosperidad de esta tierra, que deposita su suerte entre mis manos. Con respecto a Venezuela creo que allí tendrá una gran aceptación la constitución boliviana, por lo mismo que es la parte más descontenta contra el congreso y poder ejecutivo. Páez mismo la verá como la arca dé su salvación, después que ha roto en mitad el pacto fundamental y que se halla en completa insurrección contra el gobierno de Bogotá. De todos modos yo procuraré arreglar los negocios de Colombia en todo un año, qué es él tiempo que creo necesario para ésta operación, a la verdad ardua y difícil, y entre tanto iré tomando en los pueblos todos aquellos informes que me conduzcan al más feliz acierto.
Lara me ha remitido la acta de Arequipa, que he visto con infinito placer. Aunque yo estaba muy cierto de que este departamento no discreparla en la opinión que han manifestado los demás con respecto a la constitución boliviana, he celebrado que se haya pronunciado de un modo tan vehemente y decisivo, porque hallándose distante del centro, y siendo el de más importancia, su decisión es de un gran peso para los demás departamentos de la república. Escríbale Vd., pues, al general La Fuente de mi parte, hágale muchos cariños, porque a la verdad los merece, y procure Vd. mantener con él la más perfecta armonía y unisonidad posible. La Fuente y su departamento son muy importantes en todo y por todo.
Soy de Vd. de todo corazón.
BOLÍVAR.
Publicada por error de la copia en "Papeles de Bolívar" con fecha 4 de noviembre.
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