Angostura, Octubre 22 de 1817. 7°.
Al Señor General Manuel Sedeño. Señor General:
En este instante he tenido la satisfacción de recibir las interesantísimas comunicaciones de V.S. del 19 del corriente en Maturín.
La prudencia, el tino, el valor, la sagacidad, todo se encuentra a la vez empleado oportunamente por V.S., y el resultado feliz de la comisión de V.S. en esa Provincia se debe a estas singulares cualidades. Reciba pues V.S. en consecuencia a nombre de la Patria las gracias por el nuevo y señalado servicio que V.S. acaba de hacerle.
Apruebo cuantas medidas ha tomado V.S. hasta hoy, y cuantas promesas, ofertas e indultos haya V.S. publicado a nombre del Gobierno Supremo, serán religiosamente cumplidos por mí.
El señor Coronel Antonio Sucre [1], oficial de toda confianza, ha sido nombrado Jefe de Estado Mayor de la División de Cumaná. Ha recibido del Gobierno una credencial suficientemente autorizada, que ha debido presentar a V.S. o a cualquier otro Jefe. En consecuencia destínelo V.S. al ejército con su empleo.
Han pasado ya de las fortalezas de la antigua Guayana dos bergantines que nos conducen armas y municiones en gran cantidad; mañana o pasado estarán en este puerto. Morillo [2] está en Caracas reducido a la última extremidad. Después que sus fuerzas han desaparecido y que los ejércitos de la República triunfantes por todas partes se engrosan cada día; después que se vé cercado, abandonado de los criollos que corren a alistarse en nuestras banderas; y después que ha visto que su ruina es irremediable, ha tomado por fin la impolítica y ridícula medida de mandar suspender la muerte de los criollos, y acordar indultos aun a los mismos que le han sido traidores. En el carácter feroz de los españoles, en los principios sanguinarios que ha desenvuelto Morillo hasta hoy, y en la política de la cruel y parricida España y sus fieros agentes, esta medida es la señal evidente del grado de absoluta debilidad e impotencia a que se hallan reducidos.
Implorar el auxilio de los mismos que han venido a devorar. El imbécil Morillo recibirá, como todos los malvados españoles, los castigos que los americanos han decretado contra sus opresores.
Es la una de la noche; el edecán de V.S., Lameda [3], marcha a las tres de la mañana. Después contestaré detalladamente a V.S. sobre todos los puntos de su interesante correspondencia, pues ahora no hago más que aprovechar un momento para dirigirle este corto oficio.
Dios guarde a V.S. muchos años.
SIMÓN BOLÍVAR
* De un impreso moderno. José Félix Blanco y Ramón Azpurúa en Documentos para la vida pública del Libertador, tomo VI, Caracas, 1876, págs. 115-116, dan el texto de este oficio; lo publica asimismo O’Leary en Memorias, vol. XV, págs. 431-432, con la indicación de haberlo tomado "del Archivo". La Comisión Editora se atiene a las fuentes referidas, pues no se ha podido localizar el original.