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DOCUMENTO 192. OFICIO DE BOLÍVAR DIRIGIDO AL PRESIDENTE EN­CARGADO DEL SUPREMO PODER EJECUTIVO DE LA UNIÓN, FECHADO EN LA GRITA, 18 DE MAYO DE 1813, CON REFERENCIAS AL BRIGADIER JOAQUÍN RICAURTE Y A LA CAMPAÑA, ASI COMO A SUS DESAVENENCIAS CON EL CORONEL MANUEL DEL CASTILLO.*

Excmo. señor Presidente, Encargado del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión.

Excmo. señor:

He recibido el oficio de V.E. de 4 del presente, a que se sirvió acompañarme en copia la respuesta que el Supremo Poder Ejecutivo de la Unión [1] dio al Coronel Castillo [2], en contestación al parte en que comunicaba éste su entrada a La Grita. [3]

Igualmente he visto el oficio que con fecha de 3 del corriente, me dirigió V.E., participándome la resolución del Supremo Go­bierno de la Unión [4], con respecto al señor Brigadier ciudadano Joaquín Ricaurte [5]

Tengo el honor de incluir a V.E. la carta que el ciudadano Vicente Campos [sic] Elias [6] Comandante de armas de Mérida [7], hace al ciudadano Cristóbal Mendoza [8], en que le comunica el estado de las fuerzas enemigas y la situación favorable de los pue­blos de Venezuela, que vivamente desean nuestra aproximación; pero parece que una fatalidad anexa a esta expedición se ha empe­ñado en embarazarla [9] para que no logre los importantes objetos que el Soberano Congreso de la Nueva Granada se ha propuesto. En este día he recibido un oficio del Coronel Castillo, en que me dice que envía orden al Mayor Santander [10], Comandante accidental del 5° Batallón, para que se restituya al Rosario [11], incluyéndome una orden del Gobernador de Pamplona [12], en que supone otra de V.E. que [13] lo autoriza para que disponga del 5° Batallón. Voy a contestar que ínterin no reciba orden directa de V.E. para que ponga a disposición de aquel Gobierno el expresado Batallón, no lo haré; pues el Coronel Castillo no es conducto regular para recibir yo órdenes del Supremo Poder Ejecutivo.

Este Batallón es el único que está perfectamente armado y completo, y es, por decirlo así, el cuerpo principal del ejército, y si se separa de él, habrá una disolución general, y él mismo quedará desarmado, pues las armas que tiene pertenecen a Cartagena, cuyos soldados han quedado desarmados de sus fusiles buenos para darlos a este Batallón.

Esta determinación por parte del Gobierno [14] de Pamplona tiene su origen en las inagotables intrigas del Coronel Castillo, que procura por todos los medios perjudicar y destruir el Ejército Liber­tador de Venezuela. Parece que estamos determinados a prolongar más tiempo la esclavitud de nuestros hermanos, y a procurar favo­recer a los enemigos, para que vengan a apoderarse de la Nueva Granada; porque a la verdad es inconcebible que el mismo Go­bierno de Pamplona que ha estado por cerca de un año en el borde del precipicio, quiera privarnos de sus soldados, que deben ir a expulsar a sus opresores hasta más allá de los mares para no volverse a ver invadido quizá para siempre.

Es bien doloroso que aquellos mismos que debían verme como su libertador, y que en efecto lo he sido, se esmeren en perjudi­carme, perjudicando a su propia Patria. Es bien doloroso que el Gobernador de Pamplona y el Comandante General de la Provin­cia [15] que si respiran libres, es por efecto de mis servicios a la Nueva Granada, se cieguen hasta el punto de impedirme que con­cluya la obra que tan gloriosamente he comenzado en beneficio de ellos y de toda la federación. La ingratitud, la perfidia, la mala fe, que se notan en tales procedimientos, son tan chocantes que al hombre más estoico son capaces de enfurecer. ¡Ah! Excmo. señor Presidente, la posteridad verá con escándalo una conducta tan abo­minable, que sólo el amor a la Patria me hace tolerar, confortado también con la esperanza de que en el ánimo recto y sublime de V.E. no pueden hallar abrigo unas intrigas tan destructoras de la libertad y de la independencia de la América.

Sólo la confianza que V.E. me inspira, sería capaz de sostener­me en medio de las amarguras que experimenta mi corazón, al ver que mis esfuerzos por el bien de la Patria [16] lejos de ser apoyados, lejos de ser aplaudidos, son tenidos como errores, y aun reputados como vicios; pero el tiempo lo descubre todo, y la justicia juzga al fin con imparcialidad; así, pues, mi único sentimiento es por mis hermanos, a quienes estamos comprometiendo a que se subleven contra sus tiranos, para dejarlos quizá burlados y sacri­ficados como víctimas.

El día 14 salió la vanguardia de Bailadores [17] para Mérida, a donde debe haber llegado hoy, o llegará mañana; el mismo día 14 salió de aquí el centro; posteriormente la retaguardia, y mañana saldrá la reserva.

Yo partiré de aquí por la mañana, con el dolor de dejar en esta ciudad al Brigadier Ricaurte, [18] que queda esperando las órdenes de V.E. Yo le suplico encarecidamente se digne darle destino en nuestro ejército, de primero o segundo Jefe de él, como mejor lo tenga a bien V.E., en la inteligencia de que su carácter y virtudes militares [19] pueden ser de la mayor utilidad en la expedición que debe libertar a Venezuela.

Tengo el honor de dirigir a V. E. la adjunta copia [20] del jura­mento que presté ante el Ilustre Cabildo de San José [21], por las razones que antes tengo expuestas a V.E.

Dios guarde a V.E. muchos años.

Cuartel General de La Grita [22] mayo 18 de 1813. 3°.

SIMÓN BOLÍVAR.

* Archivo del Libertador, correspondencia oficial, folios 162-164. Del original, escrito de puño y letra de Pedro Briceño Méndez, salvo la firma y rúbrica autó­grafas que son de Bolívar. En el libro Copiador, Archivo del Libertador, folios 36-37, consta la copia de letra de un amanuense de la Secretaría. El destinatario era Camilo Torres.

Notas

[1] Dice el Copiador: "Supremo Gobierno de la Unión".

[2] Manuel del Castillo y Rada. Véase el doc. N° 118, nota principal.

[3] Población del actual Estado Táchira. Véase la nota 3 del doc. N° 140.

[4] Dice el Copiador: "Supremo Poder Ejecutivo de la Unión".

[5] [Véase sobre su persona la nota 4 del doc. N° 172.

[6] En el original se lee: "Campos Elias" y en el Copiador: "Campos de Elias". La grafía habitual es "Campo Elias". Vicente Campo Elias (1759-1814), natural de España, llegó a Venezuela en 1792. Desempeñó funciones concejiles en Trujillo y en Mérida. Combatió luego a favor de la indepen­dencia americana y pereció en el campo de batalla.

[7] Ciudad capital del Estado de este nombre, en nuestros días. Véase la nota principal del doc. N° 164.

[8] Sobre su persona, véase la nota principal del doc. N° 231, en la correspondencia personal.

[9] Se había escrito primeramente: "embarazarnos".

[10] Francisco de Paula Santander. Véase la nota principal del doc. N° 84, en la correspondencia personal.

[11] [Rosario de Cuerna. Véase k nota 6 del doc. N° 128.

[12] Lo era el abogado José Gabriel Peña. Véase la nota principal del doc. N° 120.

[13] El Copiador dice: "en que".

[14] El Copiador dice: "Gobernador".

[15] Lo era el Coronel Manuel del Castillo y Rada.

[16] En el Copiador dice: "el amor a la Patria".

[17] Población del actual Estado Mérida. Véase la nota 7 del doc. N° 166.

[18] El Copiador dice: "General Ricaurte". Se trata de Joaquín.

[19] El Copiador dice: "órdenes militares".

[20] El Copiador dice: "una de las copias". No se conoce el texto de este documento.

[21] El Copiador termina este párrafo así: "ante el Cabildo de San José". Se trata de San José de Cúcuta.

[22] En el Copiador el documento aparece fechado en "Cúcuta".

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