Carora, 18 de agosto de 1821.
Al Señor Coronel Justo Briceño.
Acabo de llegar a esta ciudad y he sabido con satisfacción que V.S. ha salido con rapidez hacia Cumarebo, por consiguiente apruebo esta marcha, e insto a V.S. para que la haga de modo que llegue a tiempo de sacar ventajas de la última derrota de los enemigos; pero sin precipitar su marcha para no estropear la tropa. Apruebo igualmente la marcha de V.S. por Moroturo [1] y Carorita [2] a Cumarebo. la cual deberá hacerse con toda la comodidad posible, procurando siempre andar de noche, aunque con despacio y haciendo muchos altos para reunir la tropa.
V.S. está autorizado para obrar según las circunstancias en la Pacificación de la Provincia de Coro. De aquí se deduce que V.S. obrará con libertad, no haciendo más que lo que juzgue más conveniente.
El Señor Coronel Escalona, deberá entregar a V.S. el mando de la Provincia. El Señor Coronel Gómez deberá poner a las órdenes de V.S. una columna de ochocientos hombres que él manda, inmediatamente. Con esta tropa y la de ochocientos hombres que Vd. mismo conduce, incluyendo la columna del Señor Coronel Vargas, y cien hombres más que lleva el Ciudadano Villavicencio de Barquisimeto, son mil setecientos hombres, con los cuales puede V.S. destruir las fuerzas de Tello. El Coronel Escalona no pide tantas fuerzas para este mismo fin. Me participa que el enemigo tenía antes del combate mil trescientos hombres y que en el día no le quedan mil. Además, V.S. debe contar con la columna de mil doscientos hombres por Casigua, que obrarán muy activamente, en cuanto yo me acerque a los Puertos de Altagracia, para donde parto mañana. Si dado el caso, nada de esto bastare, yo iré con más de dos mil veteranos a desembarcar en Coro a principios de octubre, que es cuando debe haber aguas.
El Ciudadano Villavicencio, llevará a V.S. fondos suficientes para mandar a Curazao [3], a comprar víveres para sus tropas y además le llevará mil doscientos vestidos de tropa, género para los oficiales, y un equipo completo para todos ellos. También llevará algún ganado del que pueda marchar, y una escolta de cien hombres por lo menos, que incorporará V.S. al Batallón de Maracaibo.
Yo espero que V.S. hará sus mayores esfuerzos a fin de que Coro no vuelva a ser la fuente del mal de Venezuela.
Pedirá V.S. a S.E. el Vicepresidente de Venezuela todo lo que necesite para mantener el orden en esa Provincia, y sobre todo para sostener la tropa que guarnece.
Dios guarde, &., &.
BOLÍVAR.
P.D.: V.S. está autorizado para tomar la ruta que presente más comodidad para la tropa, sin atenerse a ninguna instrucción anterior en este particular, con tal que V.S. se dirija a Cumarebo, a reunir esas tropas con las del Coronel Gómez.
Otra. El Batallón de Coro se llamará en lo futuro el Batallón de Cumarebo, en honor de sus triunfos, y pondrá V.S. en la orden del día la alta satisfacción que he tenido por la brillante conducta de la Columna del Señor Coronel Gómez.
V.S. dará el mando interino del Batallón de Maracaibo al Teniente Coronel León.
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, 2º, fº 98 vto. al 99.