Trujillo, noviembre 18 de 1820.
Al señor Vicepresidente de Cundinamarca.
Tengo la honra de incluir a V.E. copias de las contestaciones últimas entre S.E. el Libertador y el general en jefe del ejército español. Hasta hoy el resultado ha sido un armisticio provisorio entre el ejército y el del general Morillo, acampado en Carache; hasta que conocida la naturaleza y principio del armisticio general que solicita el gobierno español, se haga el tratado definitivo con sus comisionados los señores brigadier Correa, Linares y Toro, si conviene con los principios e intereses de nuestro gobierno.
S.E., que como antes participé a V.E. había tomado posiciones ventajosas en Sabanalarga, ha ordenado al ejército que permanezca en ella hasta el arreglo último. Sólo un batallón ha marchado a esta ciudad.
Nuestro ejército no padece aún escasez de víveres. La actividad del señor coronel Reyes Vargas lo ha provisto de subsistencias, sacadas del departamento de Carera donde son abundantes.
Vargas y Tunja están en marcha hacia este cuartel general, según participa el subjefe del estado mayor general, y Bogotá que la emprendió muchos días ha, entrará en él en muy pocos días. Este ejército se aumentará poderosamente con estos cuerpos.
El teniente coronel Antonio Romero ocupa a Barinas con las guerrillas destinadas a las inmediaciones de aquella capital, y el señor coronel Juan Briceño ha recibido orden de reforzarlo con todo su regimiento de caballería que no baja de 700 hombres.
Cada día hay más motivo para confirmar la noticia de la ocupación de Santa Marta por nuestras armas. Varios pasados de Maracaibo la han dado como cierta, y ahora añade uno muy digno de crédito que una fuerte división nuestra está en la villa de Perijá a veinte leguas de la capital; que ésta está consternada y emigrando los españoles, y el pueblo desesperando por que se presenten sus libertadores para incorporárseles. Todos o la mayor parte de los puertos del Jago en esta provincia están en nuestro poder, hemos apresado varios buques del comercio de Maracaibo que carece absolutamente del principal punto de sus recursos.
El espíritu y la moral de nuestro ejército se aumenta en razón de la instancia del general español en tratar con nosotros de paz y amistad, y del entusiasmo de los pueblos que apenas se ven fuera del influjo español corren a presentarse a sus hermanos.
Es muy brillante y lisonjero el cuadro que presentan las operaciones del ejército del oriente de Venezuela. Más de mil veteranos del país se han presentado con sus jefes a nuestros comandantes desertando del enemigo. Los pueblos reciben con bendiciones a los que antes temían, y el coronel Macero [1] ha penetrado hasta los valles del Tuy. El general en jefe de aquel ejército pide 2.000 fusiles por lo menos, para armar los soldados que se han presentado y pueden reclutarse en aquella rica y bella parte de la provincia de Caracas. Mañana contestaré las dos últimas comunicaciones de usted, entre ellas la reservada.
Dios guarde a V.E. muchos años. El ministro,
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. "Correspondencia dirigida al General Santander", volumen III, págs. 269-270.
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