Al señor Comandante General de Mérida.
Después de varias comunicaciones entre S.E. el Libertador y el General Morillo, se ha acordado un armisticio provisorio entre estos dos ejércitos, hasta el tratado definitivo que debe hacerse con los comisionados españoles que deben llegar aquí dentro de cuatro días, si la naturaleza y bases de la negociación son conformes con los principios de nuestro Gobierno.
Esta ocurrencia no altera las órdenes que se dieron a US. desde Sabana Larga y que condujo el Edecán Freites [1], pues S.E. aún no ha resuelto si el Hospital continúa o no hacia la capital de esa Provincia, y aun es más necesario el acopio de los víveres en los lugares que se le indicaron, si el armisticio es de algún tiempo para la subsistencia de los enfermos, y aun de parte del ejército.
También repite S.E. todas sus órdenes relativas a la formación del batallón de milicias urbanas de esa Provincia: remisión de esclavos voluntarios para el servicio a este Cuartel General y el mayor interés en la introducción de los ganados de los Llanos.
Nuestras fuerzas de Santa Marta han llegado a Perijá, y Maracaibo está en la última consternación. Los españoles emigran y casi todos los puertos de la Laguna están en nuestro poder. Hemos tomado varios lugares (algunos mayores), y somos dueños del lugar que surte exclusivamente a Maracaibo.
Dios, etc.
Trujillo, noviembre 18 de 1820.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, pág. 563.