Yare, 2 de septiembre de 1807.
Señor don Pedro Machado.
Mi estimado amigo: Con sumo desagrado he sabido por Jaén lo descontento que está Vmd. con el negocio de Ceuse [1], pero lo que me ha sorprendido mucho son las quejas de V. en el particular.
Si V. me hubiese dicho cuando estábamos tratando de la contrata, que en caso de que sólo se le amparase en composición la parte que ocupa la añilería del Negro, y a Fernández [2] en el resto de la posesión, era nulo el contrato: en este caso, o se habría puesto este artículo en la contrata, o no la habríamos firmado.
En cuanto a los perjuicios que V. puede sufrir originados de nuestra contrata, sería una injusticia el atribuirlos a mí, pues todos los previmos con anticipación, como consta de la misma contrata, contentándose V. con todos ellos, sin reserva alguna. Y si yo terminé el negocio con V. y no con Alvarez, fue por las repetidas instancias de Jaén, que por el cariño que tiene a V. me aconsejó mil veces prefiriese vender a V. por mucho menos que a otro por mucho más; y así, yo no hice más que preferir a V. bajándole 3.500 duros, faltando a mi palabra con Alvarez: lo que ciertamente no me ha sido ni útil ni honroso.
En una palabra, mi amigo: si yo hubiese previsto que esta contrata me privase de la amistad y buena correspondencia de V., jamás se habría hecho; pues yo aprecio en mucho el afecto que debo a Vmd.
Jaén me ha dicho que V. va a tratar de exhibirme todo el dinero excepto los 300 pesos de que hago a V. baja por el adelanto que me hace de estos pagamentos; celebraré que se realice este negocio.
Soy, como siempre, su más verdadero amigo,
SIMÓN BOLÍVAR.
* Museo Bolivariano, Caracas. Carpeta N9 1, documento 22. Original. Letra de amanuense no identificado; firma autógrafa. El destinatario, Pedro Machado, propietario en los Valles del Tuy, era hermano de Carlos Machado, dueño de la hacienda Montalbán, tenido éste por uno de los hombres más acaudalados de Caracas en esa época (Datos del Dr. Vicente Lecuna en “Papeles de Bolívar”, op. cit., pág. 4). A mediados de 1807, hacia junio, Bolívar había regresado a Venezuela, vía los Estados Unidos, de su segundo viaje a Europa, y se había dedicado de inmediato a la administración de sus haciendas. Una de ellas era la de Yare, en los Valles del Tuy, en donde está datada esta carta.
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