Angostura, diciembre 13 de 1819. 9º
Al General Carlos Soublette.
Consecuente con mi orden de ayer, marcha hoy el señor General Valdés a Santa Clara. Allí pondrá US. a su disposición toda la infantería de las Divisiones que forman el Ejército de Oriente, pues con esta fecha lo he nombrado Comandante General de ella. Este General marchará inmediatamente con la tropa de su mando al puerto de Parmana donde encontrará buques y víveres para seguir rápidamente a San Fernando.
US., como Jefe del Grande Estado Mayor General y órgano del General en Jefe del Ejército Libertador, comunicará a todas las Divisiones las órdenes correspondientes, en todo lo que sea relativo a las funciones de su empleo. US. dispondrá de las subsistencias, monturas y bagajes para la marcha del General Valdés a Parmana, librando las órdenes necesarias.
La infantería de la Brigada Monagas, la mandará inmediatamente el señor Coronel Mires. El señor General Cedeño ha sido nombrado Comandante General de Caballería de las Divisiones del Ejército de Oriente, y US. dispondrá que se pongan todas a sus órdenes.
El señor General Zaraza permanecerá en sus antiguas posiciones, con sólo un campo volante, del menor número que sea posible, y el Coronel Infante, con toda la Brigada Zaraza, se pondrá a las órdenes del General Cedeño, lo mismo que toda la caballería de Oriente, como antes he dicho.
US. en persona conducirá al puerto de Santa Cruz la Legión Británica y la infantería que haya manifestado más conatos de deserción, o de que tenga US. menos confianza. En Santa Cruz hallará US. los buques y víveres para que siga inmediatamente a San Fernando de Apure. Hoy ha marchado el General Sucre a preparar buques y víveres en Santa Cruz y Parmana; en el primero para que se embarque US. con la Legión y tropas sospechosas de deserción, y en el segundo el General Valdés con el resto de la infantería de Oriente.
El señor General Cedeño, con toda la caballería de Oriente, marchará hasta Cabruta, por donde pasará el Orinoco.
El señor General Monagas quedará en la Provincia de su mando, con sólo un campo volante, también compuesto del menor número posible. Este General deberá conducir en persona, si es posible, toda la infantería de su Brigada hasta el punto donde deba embarcarse, regresando después a la Provincia de su mando.
En Santa Clara debe haber ganado más que suficiente para la marcha del ejército a los puntos donde deba embarcarse, y US. debe tomar todas las providencias y medidas que corresponden a su empleo.
US. dispondrá que en San Fernando de Apure y Bocas del Arauca haya grande abundancia de víveres, principalmente de ganado en pie, para la marcha del ejército.
Corresponde al celo y eficacia de US. tomar las medidas más eficaces para que no haya deserción, para que se embarque toda la infantería, y para que toda la caballería marche con el General Cedeño, dejando sólo, como antes he dicho, un campo volante en la Provincia de Caracas, al mando del General Zaraza; otro en la de Barcelona, al del General Monagas; marchando de resto, sin excepción de persona, todos los hombres útiles, bajo las órdenes de los Generales Valdés y Cedeño, según el arma a que correspondan.
Participe US. a la Legión Británica, a nombre del Gobierno, que luego que llegue al Apure recibirá el sueldo entero que ha acostumbrado pagar Venezuela a sus tropas, según sus clases y grados.
Luego que US. llegue a San Fernando, remitirá inmediatamente los buques en que ha ido la Legión: los que haya allí, los que condujeren al General Valdés, cargados de carne al puerto de Caicara, donde los necesito urgentemente, y sobre todo, la carne.
Y sigo rápidamente a San Fernando y probablemente llegaré al mismo tiempo que US. Así es que US. debe aprovechar los momentos, para ejecutar las órdenes que le comunico. Toda permanencia en esos lugares es perjudicial, por la deserción y porque atrasa mi operación.
US. conducirá consigo al puerto de Santa Cruz 800 hombres, que son los que están calculados para los buques que debe encontrar allí. Incluyo a US. apertorias las órdenes que dirijo a los Generales Monagas y Zaraza, y al Coronel Infante, para que impuesto de ellas las haga ejecutar. He tenido a bien nombrar como Comandante General del Ejército al ciudadano Echeandia.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, tomo XVI, págs. 549 - 551.
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